El Gobierno Vasco rebajará su previsión del PIB para 2023 del 4,1% al 2%

Ya se ven más cerca los nubarrones que provocan tanto una inflación desatada como, paradójicamente, las medidas que el Banco Central Europeo ha comenzado a tomar para luchar contra aquella. También en Euskadi. Ayer, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, descartó la recesión en el corto plazo pero reconoció que el Gobierno Vasco rebajará dentro de unas semanas su previsión oficial de crecimiento de la economía para 2023, al tiempo que dejó abierta la puerta a moderar también la del presente ejercicio. A falta de los detalles, la previsión para el año que viene pasará del 4,1% a una cifra «por encima del 2%», explicó. Aún así, recordó que la economía vasca se mantiene fuerte y sólida, también en términos de empleo, ante lo que se declaró «relativamente optimista».

«Ni soy ni quiero ser pesimista», señaló Pedro Azpiazu en una entrevista concedida a la radio pública vasca en la que quiso recordar que los datos que hoy se manejan son «positivos», en alusión a la marcha de las exportaciones, del sector turístico, de la recaudación fiscal o del mercado laboral. «La situación de Euskadi es sólida», sentenció.

Sin embargo, dejó claro que el entorno no es tan pacífico y que Euskadi no está a salvo de ese freno que supone la guerra en Ucrania y sus muchas derivadas. Así, adelantó que a finales de la penúltima semana del mes el Ejecutivo rebajará «con toda seguridad» su estimación para el PIB de 2023, que quedará en ese 2% que siempre se ha entendido como el crecimiento potencial de la economía vasca. En cualquier caso, subrayó, un escenario «positivo».

Sobre los cálculos para este 2022, fijados hoy en el 4,5%, insinuó que si se recortaban sería mínimamente y para dejar la cifra por encima del 4%. «En todo caso será muy poco», señaló.Eso sí, el consejero Azpiazu quiso quitar hierro al fantasma de la recesión, afirmando que «tampoco es un drama».

La estimación del crecimiento económico de 2023 será crucial para la elaboración de los Presupuestos vascos para ese año. Unas cuentas públicas con las que, dijo Azpiazu, el Gobierno quiere dar «el do de pecho».

Y aseguró que ese Presupuesto será expansivo y con un esfuerzo inversor «importante». «Queremos hacer frente a los grandes retos transformadores –el energético, el tecnológico y el demográfico– que, además, nos los creemos», señaló, para resaltar también que el Gobierno quiere «financiar adecuadamente las competencias vascas en Educación, Sanidad y Políticas Sociales». Azpiazu subrayó su voluntad de «hablar con todos» los grupos políticos vascos en busca del mayor consenso posible para la aprobación de esas cuentas.

El consejero urgió a los agentes sociales a alcanzar un pacto de rentas «equilibrado y equitativo» entre las partes, que el propio Gobierno Vasco (en la medida de sus limitadas posibilidades) quiere promover, y recordó que aunque hay empresas –como las eléctricas o las petroleras, dijo– a las que les va viento en popa, hay otras muchas que están en otra situación. Un pacto, dijo, que tenga en cuenta esa mayor capacidad de maniobra de algunas firmas y que permita siempre poder recuperar más adelante el poder adquisitivo perdido «cuando las cosas vayan mejor». Azpiazu rechazó la posibilidad de limitar el precio de ciertos alimentos pues, apunto, es algo que que crea más problemas que ventajas».

El director general de Confebask, Eduardo Aréchaga, dijo ayer que topar el precio de los alimentos básicos es una medida «anacrónica, inviable y una ocurrencia». Sobre el pacto de rentas mostró la disposición de la patronal a negociarlo pero rechazó «peticiones desproporcionadas». «Subidas del IPC son inviables», dijo. Por otra parte, advirtió de que la vasca es es «una economía languideciente» porque la recuperación se va a frenar «y va a haber una desaceleración».

A la vista de esa falta de horizonte, de la presión inflacionista y del impacto de las medidas del Banco Central Europeo en su lucha contra el alza de los precios, Azpiazu adelantó en una entrevista concedida a la radio pública vasca que el Ejecutivo de Vitoria rebajará a finales de mes su previsión para el crecimiento del PIB en 2023.

Así, dijo, y en línea con economías próximas como la española, recalcó, el Gobierno Vasco rebajará la previsión de crecimiento de Euskadi del 4,1% hoy contemplado a «algo por encima del 2%, en el nivel de nuestro crecimiento potencial, lo que es positivo». «Hoy Euskadi está sólida, creando empleo y creciendo, con buenos datos de exportaciones y turismo; el futuro no está escrito, aunque una recesión no es un drama», señaló.

Azpiazu subrayó una y otra vez la necesidad de alcanzar en Euskadi un pacto de rentas «equilibrado» en el que las empresas que tengan más margen (y aquí aludió a las eléctricas o las petroleras) cedan algo más. En este sentido, insistió en la necesidad -y en la voluntad del Gobierno Vasco de ayudar en lo posible- de repartir esfuerzos y de plantear una hoja de ruta compartida que permita después recuperar todo el poder adquisitivo que la actual inflación se está llevando por delante. En este asunto, el consejero rememoró los Pactos de la Moncloa, y pidió serenidad y voluntad de acuerdo a sindicatos y patronal.

Tras recordar que el alza salarial de los funcionarios vascos viene determinada «por lo que determine Madrid», Pedro Azpiazu señaló que la inflación subyacente (sin contar la energía y los alimentos frescos) sí sería «una buena referencia». Al hilo de esos alimentos, y cuando está en el aire el debate sobre limitar el precio de la cesta de la compra más básica, el consejero vasco de Economía y Hacienda aseguró que eso sería una medida «peligrosa».

«Suena muy bien desde el punto de vista político, pero crearía más problemas que ventajas y afectaría a toda la cadena de valor de la industria alimentaria; a la distribución y la producción», sentenció. Por eso, insistió, «es mejor trabajar un buen pacto de rentas».

Azpiazu aseguró que la recaudación de las haciendas vascas hasta el mes de julio «va bien» y que en breve se conocerá el dato de agosto, y resaltó que el Gobierno Vasco seguirá tomando medidas y aprobando ayudas para los colectivos más necesitados«.

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