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manu álvarez
Viernes, 27 de mayo 2022
Petronor ha iniciado ya la construcción de unas nuevas instalaciones en el Puerto de Bilbao, que ha bautizado como 'hub de descarbonización' y uno de cuyos principales objetivos es la producción de combustibles sintéticos. Esto es, combustibles que pueden utilizarse en sustitución de los habituales que proceden de la destilación del petróleo, pero que tienen un balance neto de cero emisiones de carbono.
El CO2 que emiten estos combustibles sintéticos en su combustión es idéntico al que previamente se ha capturado para su elaboración. La planta tiene carácter experimental, es la primera en Europa que incorpora la tecnología desarrollada por el grupo Repsol con este objetivo y supondrá una inversión de 103 millones de euros. La instalación está prevista que entre en funcionamiento dentro de dos años y pese a que es una 'mini factoría' experimental, permitirá producir anualmente el combustible sintético equivalente al necesario para alimentar los aviones que, también en un periodo de 12 meses, cubren la ruta aérea entre Bilbao y Madrid. Un total de 18.000 barriles de combustible al año. Petronor se ha aliado en este proyecto con la petrolera saudí Aramco, Enagas y el Gobierno vasco, que participará a través del Ente Vasco de la Energía. El proyecto forma parte del denominado 'corredor vasco del hidrógeno'.
En el acto de colocación de la primera piedra de este complejo han estado presentes el lehendakari, Iñigo Urkullu; el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria; la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia; el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz y el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra.
En realidad, el nuevo complejo industrial que se instalará en el puerto albergará tres instalaciones diferentes, aunque complementarias. Así, además de la planta de combustibles sintéticos se va a construir otra de producción de hidrógeno verde, generado a partir de agua y de electricidad de fuentes renovables. La mezcla del hidrógeno con CO2 capturado en la refinería de Petronor en Muskiz permitirá la producción de esos combustibles, ya que son las dos materias primas necesarias para ello. El consejero delegado del grupo Repsol, Josu Jon Imaz, ha afirmado que «el proyecto nos permitirá probar las tecnologías implicadas, que se usarán juntas por primera vez en el mundo aquí, en Bizkaia.» Imaz ha destacado que éste es un proyecto industrial que, ha defendido, es la vía más segura para generar «empleo de calidad».
El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, se ha referido al carácter simbólico que tiene que esta inversión se haga en el Puerto de Bilbao, porque también sus muelles fueron el origen de la compañía refinera vasca. «Con este proyecto –ha asegurado- unimos presente, pasado y futuro, porque este Puerto es parte de la historia y del presente de Petronor». También ha advertido que la descarbonización «no es un sprint, es una maratón».
Junto a la planta de producción de combustibles sintéticos y la de hidrógeno se construirá también otra de reciclaje de residuos urbanos como cartón, plásticos, papel o telas, que encaja con el concepto de economía circular. El objetivo es dar una segunda utilidad a esos residuos. «El aceite o gas obtenido se utilizará para sustituir de manera parcial el consumo de combustibles tradicionales que Petronor necesita para sus procesos productivos», han señalado fuentes de la compañía. La planta se ha diseñado para tratar 10.000 toneladas de residuos, aunque se podrá escalar hasta multiplicar por diez esa cantidad. Una cifra que, han indicado las mismas fuentes, «equivaldría, aproximadamente, a la reutilización de todos los residuos urbanos generados en el entorno del País Vasco».
En su intervención en el acto, el lehendakari ha identificado la inversión de Petronor con un primer hito «la que seguirán otros», dentro de los objetivos fijados en la Agenda de París. «La descarbonización –ha señalado- requiere de una apuesta inequívoca por las energías renovables. Una apuesta por el desarrollo, la innovación, la tecnología, la inversión y la industria».
En el mismo contexto, Gregorio Villalabeitia, presidente de Kutxabank, entidad que es socia minoritaria de Petronor, ha apuntado que el nuevo proyecto industrial «sienta las bases para situar a Euskadi en el mapa de la generación de hidrógeno verde, uno de los combustibles sostenibles de referencia en el inmediato futuro».
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha advertido sobre el riesgo de «apostar todo a una sola carta», en una referencia directa a los intentos de que la electrificación sea el único eje sobre le que pivote la transición energética. «La guerra de Ucrania nos ha enseñado que no se puede hacer una apuesta única y ahora no debemos dejar de depender de una zona del mundo para pasar a depender de China, con las tierras raras», ha indicado en torno a la gran demanda que se prevé de baterías. Así, ha defendido que se impulse una «industria que permite la descarbonización en términos netos -que emite el mismo CO2 que es capaz de absorber- porque tenemos que defender también la industria de automoción».
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