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Si usted es un empresario vasco, es muy probable que le cueste horrores conseguir un programador informático. Por otro lado, si es ingeniero industrial, seguro ... que recibe con frecuencia ofertas de otras compañías. El mercado laboral de Euskadi no es ajeno a la escasez de mano de obra cualificada que padecen determinados sectores. De ahí que exista una soterrada pelea entre las empresas en la pugna por la retención y atracción de talento.
¿Pero cuáles son los perfiles más demandados en el tejido económico vasco? Ahora mismo, las empresas se rifan a profesionales de ámbitos tan diversos como la informática, la ingeniería industrial, la sanidad y la construcción. También hay necesidad en el transporte, la automoción y la hostelería. Según el último estudio del grupo consultor Adecco, más de la mitad de los directores de recursos humanos reconoce tener dificultades para encontrar candidatos.
¿Pero cuáles son las causas por las que cuesta cubrir algunos puestos? Paloma Gurruchaga, responsable de la delegación de Adecco en Gipuzkoa, corrobora la falta de mano de obra que Gipuzkoa padece en los citados sectores, pese a que descarte análisis catastrofistas ya que el territorio tiene «casi pleno empleo».
Automoción: Operarios para estampación y mecanizado, oficiales, soldadores, personal de mantenimiento y calidad, ingenieros.
Industria: Operarios especializados, istrativos, fresadores, caldereros, torneros, soldadores, cableadores eléctricos, técnicos de mantenimiento, operarios de fundición, ingenieros.
Construcción: istrativos con idiomas, perfiles de oficina técnica, ingenieros, electricistas, fontaneros, albañiles, fachadistas, encofradores.
Distribución y retail: Promotores y dependientes.
Servicios: Telefonistas, teleoperadores, istrativos de compras, istrativos de exportación, istrativos de marketing y strativos de recursos humanos.
Sanidad: Médicos de atención primaria y enfermeros.
Logística y transporte: Carretilleros, istrativos, repartidores, reponedores y preparadores de pedidos con manejo PDA.
Tecnología: Informáticos, robótica, inteligencia artificial, ciberseguridad, economía del dato.
Gurruchaga explica que todos los perfiles técnicos del sector industriales están muy demandados. Hablamos de «soldadores, caldereros, fresadores, carretilleros, electricistas, toda la parte del almacén... El problema es que Gipukoa no es capaz de cubrir el relevo generacional que está empezando a sueceder y que se acentuará en los próximos años con el 'baby boom'».
La responsable de Adecco en nuestro territorio opina que una de las causas para sufrir esa falta de personal tiene que ver con la preferencia de los jóvenes por las carreras universitarias. «Hay que casar más el ámbito educativo con el profesional y vender el proyecto en los jóvenes. Se ha inculcado desde hace años que las carreras universitarias tienen más salidas y la Formación Profesional se quedaba en segundo plano. Pienso que desde el ámbito institucional hay que hacer un esfuerzo en marketing y pedagogía», asevera.
Y es que Euskadi generará un total de 116.056 oportunidades de empleo para técnicos de Formación Profesional de 2022 a 2030, según desvela el informe anual de la Formación Profesional elaborado por CaixaBank Dualiza en colaboración con Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad de la Universidad de Deusto. Según este informe, el sector servicios será donde la economía vasca acumulará mayoritariamente esos nuevos empleos, en concreto, en torno al 74,5%. En industria se generará el 19% y el 6% en la construcción.
Desde Adecco agregan que esta tensión por la falta de personal también se registra en el ámbito sanitario, donde «por ejemplo las enfermeras del sector privado se pasan al público», y en el de las tecnologías de la comunicación y la información: «La digitalización avanza muy rápido y las empresas se están adaptando, pero aún no hay suficiente personal joven para sustituir al antiguo».
Gurruchaga recuerda que entre los años 2005 y 2006 ya se vivió una situación parecida en Gipuzkoa, cuando la economía estaba volcada en el ladrillo y en una construcción que tiraba del carro. Entonces también comenzaron a faltar perfiles parecidos: encofradores, electricistas...
¿Y qué pasa ahora? ¿Se rifan las empresas a este tipo de perfiles? «Sí, sin duda, en el sector industrial hay mucha rotación. Te pongo un ejemplo. Un albañil que lleve unos años de experiencia, tampoco muchos, puede cambiar de compañía por una oferta de 40.000 euros anuales. En el sector logístico, cuyo convenio es inferior, pueden estar en torno a 35.000 euros», relata.
¿Pero qué problemas provoca en las compañías que haya falta de personal?: Gurruchaga comenta que las plantillas se «tensionan». Y también añade que para atrer y retener el talento es importante centrarse no sólo en aspectos como el sueldo, sino también en «en el proyecto, el ambiente, el horario o la posibilidad de cinciliar».
Markel León (Informático)
Markel León (Zestoa, 2001) es uno de esos afortunados que encontró trabajo nada más acabar las prácticas. Un contrato indefinido a media jornada en su ámbito laboral, la informática, y en su territorio, sin tener que desplazarse al extranjero para cumplir con su vocación. Es por ello que se siente un «afortunado». Tras cursar el grado superior de Informática en Zubiri-Manteo durante dos años, realizó las prácticas este verano en DonostiaTIK, que ofrece sus servicios al ayuntamiento de San Sebastián. Lo que vino después se llama estabilidad laboral. Un sueño para muchos. Un «chollo» para él.
Este zestoarra confiesa que su ámbito laboral «siempre me ha gustado, desde que era pequeño». Y también era consciente, tanto en sus conversaciones en el instituto como con sus amigos y familia, que en la informática «hay mucha demanda». De momento, disfruta de sus primera experiencia laboral, pero no sabe lo que pasará en el futuro. Dice, eso sí, que se formará más en cuanto tenga la oportunidad, ya que su sector está en constante cambios y exige «una actualización permanente».
Entrando en detalle, asegura que hay perfiles como el de programador en el que es muy difícil encontrar profesionales en Gipuzkoa. «Sólo hay un grado superior aquí y es muy 'cañero'. Por ejemplo, si tienen que crear una aplicación para móvil, tienen que ir a veces a ciegas. Es una rutina de prueba-error hasta dar con la tecla», afirma. Lo que es evidente es que la imparable digitalización de la economía, que no tiene marcha atrás, lleva consigo una serie de nuevas profesiones ligadas a la informática. Para crear nuevos horizontes o para solucionar problemas del presente. Markel León, con sólo 21 años, es consciente de que el futuro es suyo.
Sara Ibarbia (Dermatóloga)
Sara Ibarbia tiene un perfil muy solicitado en el ámbito de la medicina. Es dermatóloga, una especialidad muy demandada dentro del sector médico. Tras realizar la carrera de Medicina y culminarlo con un examen MIR pudo conseguir realizar la especialidad en Dermatología en el Hospital Donostia. Ejerce su actividad asistencial tanto en el ámbito público como en el privado y tiene su consulta privada en el centro de la capital donostiarra.
Dermatología es una especialidad minoritaria. Por un lado, el número de dermatólogos que se forman en Gipuzkoa es escaso –uno al año– y no todos se quedan tras finalizar su formación; algunos vuelven a sus comunidades o se marchan al sector privado. Actualmente hay 13 dermatólogos el Hospital Universitario Donostia prestando servicio tanto a la OSI de Donostialdea como a la de Tolosaldea. Por otro lado, en 5-10 años se prevé un relevo generacional importante en el sector, lo que podría dificultar más la situación.
La dermatóloga donostiarra nos cuenta la importancia del cuidado de la piel en la salud: «Se trata del órgano más grande y pesado del cuerpo. La dermatología abarca no sólo la piel, sino las mucosas, el pelo y el estudio de las infecciones de transmisión sexual y atiende a todos los sexos y edades».
Además abarca la faceta clínica, quirúrgica y estética de todo lo referente a la piel. Asimismo, lbarbia recuerda que el melanoma –un tipo de cáncer de piel que se origina de los melanocitos, las células que nos dan el color a la piel–, lleva aumentando de forma constante en las últimas décadas en la raza blanca y que su diagnóstico dermatológico precoz es crucial para aumentar la supervivencia de este tipo de cáncer de piel.
Se trata de un tumor «agresivo» que guarda relación con «tomar el sol» y con la radiación solar acumulada, tendencia que va en contra de nuestra salud. «Hoy en día, el hábito del sol es como el del tabaco. La gente sabe los perjuicios que puede suponer estar expuesto al sol pero estar moreno sigue estando de moda en nuestra cultura, a diferencia de sucede en otros continentes, pero se sigue haciendo; y esto, puede traer serias consecuencias», dice.
José Mari Maroño (Electricista)
José Mari Maroño (San Sebastián, 1977) atesora un cuarto de siglo de experiencia en su sector. Se formó en Salesianos (Urnieta) e hizo prácticas en un par de lugares antes de recalar en Zuaznabar. Tiempo suficiente para constatar la situación de los electricistas: «Ahora hay trabajo. Mucho trabajo. Quizá no tanto como hace veinte años. Pero de lo que no cabe duda es que ahora no hay personal».
¿Y a qué se debe esa carencia? Maroño lo tiene claro. Califica su trabajo como «duro» porque está muy expuesto a las inclemencias meteorológicas. Por ello, cree que la juventud opta por dinámicas más cómodas, interiores, en una oficina o en una fábrica. «Lo veo claramente en jóvenes que vienen a trabajar y aguantan poco tiempo. No se suben a unos postes de Iberdrola a cambiar el cuadro eléctrico, por ejemplo. Les parece duro el o con la pared, los ladrillos, el polvo...», argumenta.
Este profesional de la construcción, con amplia experiencia montando cuadros eléctricos, reconoce que ahora tiene mucha carga de trabajo en la instalación de placas solares. «Me muevo por todo el territorio y lo cierto es que me gusta mi actividad. Me resulta entretenido, el tiempo se me pasa rápido y me gusta la sensación de empezar desde cero y ver la obra acabada», afirma.
Maroño trabaja en Zuaznabar y está contento, aunque no tiene reparos en itir que ha recibido ofertas de otras compañías. «En mi empresa ya lo saben, pero la verdad es que estoy bien aquí», dice.
Las empresas guipuzcoanas se rifan también a los electricistas, igual que sucede con los informáticos, los ingenieros industriales o los profesionales del ámbito sanitario. Además, hay que tener en cuenta que este sector está en efervescencia por las ayudas que vienen de Europa en sectores como el de la rehabilitación de viviendas.
Este profesional con 25 años de experiencia considera que económicamente también hay margen de mejora para atraer talento, pero cree que la razón principal es que los jóvenes optan por puestos de trabajo menos «duros».
Naroa Alcántara (Ingeniera industrial)
Naroa Alcántara (Andoain, 1990) empezó en Indar, actualmente Ingeteam, en el año 2013, en el departamento de I+D+i, cursando el proyecto final de carrera del Máster en Ingeniería Industrial. Desde entonces trabaja en el departamento técnico de la planta de Beasain centrada en el cálculo mecánico de generadores síncronos Indar. Durante estos años «me he especializado en cálculos estructurales y en ingeniería de soldadura, tecnología muy demandada en el sector al que estamos dirigidos», relata.
Sus funciones principales están relacionadas con los cálculos mecánicos y estudios de vibraciones de los generadores síncronos Indar. «También tengo una relación estrecha con todas las etapas de los proyectos participando en las fases de oferta, producción o relación con cliente. Sin duda esta variedad de funciones y la visión global de cada pedido es lo que hace mi día a día tan interesante», agrega.
En cuanto a la situación actual en su sector, tener tecnología propia y la amplia gama de producto «nos ha permitido tener una carga de trabajo continuada en el tiempo. Es cierto que actualmente, en el caso de mi división de generación de energía flexible, estamos experimentando un aumento de pedidos relacionados con la crisis energética y países como Brasil por ejemplo, han instalado plantas de generación para aportar estabilidad a su red eléctrica. Los países con aumentos demográficos y en vías de desarrollo también están demandando un aumento rápido de la potencia instalada y cada vez son más comunes pedidos con destino Bangladesh, Indonesia o países en el continente africano».
Debido al conocimiento específico que desarrollan en Ingeteam, en concreto en la parte de máquinas eléctricas rotativas Indar, los ingenieros de esta empresa tienen un perfil «muy demandado» en el sector industrial del entorno. Sin embargo, la apuesta de Ingeteam por un proyecto «motivador» en un sector en auge como la energía ofrece la posibilidad de un desarrollo profesional «muy estimulante» para los ingenieros.
Alcántara comenta que el producto que se desarrolla en Ingeteam Indar Machines le ofrece la posibilidad de participar y actuar directamente en el diseño de los proyectos y este es «uno de los grandes atractivos» de la empresa.
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