La barbacoa de Georgie

El lío viene de la combinación perfecta. Sí, la de la ginebra y la tónica, que tiene su peso en el asunto, aunque parece que hay un revival del Cuba Libre (AKA cubata), pero sobre todo del cóctel que forman esta cepa tan contagiosa y las francachelas que están teniendo lugar por doquier. Eso hasta anoche, que el lehendakari Urkullu aprobó casi con nocturnidad (se libra porque estamos en horario de verano) un sucedáneo de toque de queda, una suerte de surimi restrictivo, así que sobre el papel se acabó la juerga callejera, aunque a ver quién es el que pone el cascabel al gato. Eso aquí, porque en Valencia los jueces han aprobado limitar la movilidad nocturna, mientras que en Canarias lo han rechazado. Cataluña y Cantabria aguardan noticias. Menudo caos jurídico, señorías.

Decíamos que ahora lo que preocupan son las nuevas cepas. Fue oír a la consejera Sagardui decir que en Euskadi no se ha detectado, de momento, ningún caso de la variante Lambda y casi ponerme a bailar la Lambada, que ya queda menos para las vacaciones y aquella sí que fue canción del verano. Lo siento Rauw Alejandro. Aunque en realidad la que me persigue todo el día es la misma del 2020. «Un dos tres, un pasito pa'delante María. Un, dos, tres, un pasito pa' atrás». ¿Por qué será? ¿Porque el hombre es el único animal capaz de tropezar cuatro veces con la misma ola? Si hasta el refranero se nos está quedando corto.

No hay como volver a los clásicos, que siguen perdurando como el melón con jamón, que en Eroski colocan juntos cada verano. Temas imperecederos como Georgie Dann y su barbacoa, para hacer un chuletón al punto, o Raffaella Carrá, de quien se ignora si era conocedora del estereotipo vasco cuando cantaba aquello de «para hacer bien el amor hay que venir al sur», y de quien parece necesario rescatar la siguiente frase del estribillo en plena ola homófoba: «Lo importante es que lo hagas con quien quieras tú». Pues eso.

Los Diablos también están en el candelabro, hasta el punto de que me ha parecido haber visto a gente en la calle implorando «un rayo de sol, oh, oh, oh». Ya viene Lorenzo, que no cunda el pánico, ¿o queremos que el verano del Cantábrico se vuelva anormal? Además, los días soleados en Illunbe hace falta abanico, que aquello es un invernadero chicos, y no querréis salir en TikTok sudorosos. Ahora que ya se sabe que en agosto no habrá toros y las únicas banderillas que se pondrán serán de Pfizer, Moderna, Janssen o AstraZeneca, una ya ha completado la vuelta al ruedo. Martes y 13, vaya día. No coincidí con los jugadores de la Real por un tris. No sé si llevaban la nueva equipación, que dicen algunos que la camiseta hace tripa cervecera. Si ahora la culpa va a ser del corte 'slim fit' y el tejido 'softloc', más que de la malta y el lúpulo.

Lo que me pregunto es dónde se vacunará nuestra nueva ídola. Sí sí, en femenino, un uso «que no es censurable», según Fundeu. Tocaya, también goierritarra. Una chica de la que se destaca que juega con gafas, un detalle anecdótico que, por otra parte, denota una gran personalidad, y que está recorriendo con un tesón y perseverancia encomiables un camino tan improbable como meritorio: empezar jugando en el frontón de Idiazabal y acabar levantado una copa en el All England Tennis Club. Sus vecinos la animan al grito de 'Egurre Mintegi', y dicen que Olentzero ya está haciendo acopio de raquetas. Ahora solo queda que salga un surfista de élite, lo mismo del Alto Deba, Urola o Tolosaldea, para que Nike proponga un patrocinio a la Diputación Foral: 'Etorkizuna Eraikiz. Impossible is nothing'.