Ómicron entra en dos de cada tres residencias de Gipuzkoa y multiplica los aislamientos

Ayer los datos hablaban de un nuevo récord de contagios, acercándose al medio millar de casos activos. En apenas dos días los recursos del territorio han sumado 229 nuevos casos, lo que supone un incremento del 42%, según el último boletín de Diputación de Gipuzkoa, ampliando el número de residencias afectadas por el Covid-19 a 42, es decir, el 65% de la red. Dos de cada tres centros tienen al menos un caso activo, si bien desde el 23 de noviembre, cuando se detectó el primer positivo de esta nueva ola en estos recursos, el virus ha entrado en hasta 51 centros. La alta incidencia en el territorio en los últimos meses, donde este indicador ha superado los 7.500 casos por cada 100.000 habitantes, se ve ahora reflejada en las residencias, que mantienen medidas de prevención y realizan pruebas preventivas tanto al personal como a los residentes. Ayer había 302 trabajadores contagiados y se están haciendo de media medio millar de test al día.

Aunque ha pasado ya casi dos años, y la situación no tiene que ver con la primera ola, la preocupación se ha extendido entre los centros a medida que también aumentaban los contagios. Primero, a cuentagotas. Luego, a cámara rápida. Los expertos han repetido en más de una ocasión que la cepa sudafricana es extremadamente contagiosa y frenar su expansión en una residencia no es tarea fácil, como tampoco lo fue con el resto de variantes. De ahí las cuarentenas. Desde noviembre han registrado 691 nuevos casos, cuando en la primera ola, de marzo a junio de 2020, tuvieron 563 contagios, más de un centenar menos. Por aquel entonces los centros de mayores estaban totalmente blindados, sin visitas ni salidas, que no empezaron hasta junio de manera controlada.

Unos meses después, de agosto de 2020 a febrero de 2021, los positivos subieron a 830, pero en seis meses, a diferencia de los 691 de los dos últimos meses. En ese periodo de tiempo comenzó la vacunación, concretamente el 27 de diciembre de 2020, reduciendo a partir de entonces los contagios y, sobre todo, los fallecimientos, tal y como muestran los datos.

Si en la primera ola la tasa de mortalidad fue del 29,8%, en esta sexta ola se ha reducido al 1,5%, a la espera de cómo evolucionen los recien contagiados. Esto es, a pesar de haberse contagiado hasta 691 mayores en apenas dos meses, solo han fallecido 11. ¿El motivo de esta caída en las muertes? La vacunación, que ha permitido a los mayores recuperar la normalidad en las residencias, volviendo a salir a pasear con sus familiares o a recibirlos en el interior del centro. No obstante, ahora son muchos quierenes han tenido que dejar esas salidas de lado.

Aldakoenea, en Donostia, lidera el ránking con 37 positivos, 32 en las últimas horas. Iturbide, en Arrasate, tiene 29 enfermos de coronavirus y San José, en Azkoitia, 27. Uzturre, en Tolosa, 35; Txara I, en Donostia, 24... La mayoría presenta patologías previas o deterioro cognitivo, de ahí su especial fragilidad. 39 han sido derivados a los centros de referencia: la tercera planta del hospital de Eibar y San Juan de Dios de Arrasate. El resto permanece aislado en sus habitaciones para evitar la expansión del virus entre sus compañeros. Y también guardan cuarentena los os estrechos, pese a estar vacunados, a diferencia del protocolo más flexible en el resto de la población.

La asociación de familiares de s Gipuzkoako Senideak ha solicitado revisar el protocolo ante la constatación del «enorme deterioro de la calidad de vida» de los residentes mientras que el sindicato ELA ha denunciado que la sexta ola «ha empeorado más aún» la situación en el sector, de manera que las trabajadoras sufren una situación «insostenible» y la calidad del servicio es «peor» que antes de la pandemia.