Los dos detenidos por los disturbios previos al Real Sociedad-Benfica, condenados a 6 y 14 meses de prisión

Los dos hombres de 21 y 40 años acusados de delitos de desórdenes públicos, riña tumultuaria y lesiones ocasionados el pasado 8 de noviembre en las inmediaciones del estadio Reale Arena, en los momentos previos al partido entre la Real Sociedad y el Benfica, han quedado en libertad tras la celebración de un juicio rápido. Uno de ellos ha sido condenado a 6 meses de prisión y otros tantos de multa, mientras que el otro lo ha sido a 14 meses de prisión y 10 de multa.

Los arrestos se llevaron a cabo en Lezo y Usurbil, después de una investigación de la Policía Judicial. Los detenidos fueron trasladados a la Ertzain-etxea de Donostia para realizar las diligencias pertinentes. Otras trece personas más han sido puestas a disposición judicial en calidad de investigadas por su relación con estos incidentes.

La Ertzaintza detuvo a cuatro personas en los incidentes previos que se produjeron en los aledaños del estadio en los momentos previos al partido de Champions League que disputaron la Real y el Benfica. Los incidentes se saldaron con al menos diez atendidos en Urgencias. Los arrestados, de 21, 26, 32 y 42 años, pasaron la noche en el calabozo y al día siguiente fueron puestos a disposición judicial. Quedaron en libertad acusados de desórdenes y con una citación para un juicio rápido. Ya entonces no se descartaba que en los próximos días pudieran producirse más detenciones, una vez que la Ertzaintza finalizara las pesquisas para esclarecer los hechos.

Los disturbios se iniciaron cuando un buen número de aficionados realistas estaban reunidos en la plaza de las Armerías, lugar habitual de encuentro en los momentos previos a los partidos de los realzales en su campo, entre cincuenta y sesenta ultras del Benfica, encapuchados y vestidos de negro la gran mayoría, irrumpieron por la calle Aragón. Los antidisturbios de la Ertzaintza desplazados a la zona tuvieron que realizar varias cargas para dispersarlos.

Los incidentes se extendieron posteriormente a la Avenida de Madrid, donde hubo lanzamiento de bengalas, sillas y agresiones con palos a los aficionados realistas. Los ultras lisboetas se dispersaron a contiuación por las calles adyacentes, donde volvieron a provocar disturbios pese a la presencia de la Ertzaintza.

«Fueron minutos de puro miedo; lanzaron de todo y con una agresividad que no habíamos visto antes», aseguraron a DV trabajadores de los negocios y locales del barrio de Amara. Los bares de la zona se llevaron la peor parte. Las sillas y las mesas de los locales se convirtieron en armas arrojadizas de los atacantes y protección de quienes plantaron cara al medio centenar de seguidores ultras del Benfica.

Ya durante el partido, los aficionados del Benfica estuvieron ubicados en Anoeta en la zona destinada a la afición visitante, vigilados de cerca por los efectivos de la Ertzaintza. A pesar de ello, no pudieron impedir que se produjera el lanzamiento de bengalas al terreno de juego hasta en tres ocasiones -una de ellas impactó en el cuerpo de una aficionada portuguesa-, por lo que el colegiado, el inglés Anthony Taylor, se vio obligado a detener el juego hasta que fuesen retiradas del campo. Pocos días después la Real colocó una red de seguridad en la grada visitante.

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