Dos incendios en el Hernio y en Ezkio calcinan en una noche más hectáreas que en todo 2024

Los dos incendios declarados la noche del jueves en el monte Hernio y en Izazpi (Ezkio) pudieron ser totalmente sofocados para primera hora de ayer y no causaron mayores daños medioambientales –solo se quemó prado o argoma– pero dejaron un dato revelador: en una noche se han calcinado más hectáreas que en todo 2024 en el territorio guipuzcoano.

El año pasado marcó el mejor balance de la década. Bastantes incendios, hasta dieciocho, pero pocas hectáreas arrasadas, apenas siete. Ayer dos fuegos quemaron 35: 20 en el Hernio y 15 en Izazpi. Todas ellas de monte bajo y sin llegar a afectar a terreno boscoso.

La Diputación había atribuido el buen dato de 2024 a tres factores: la climatología, la eficacia de los servicios de extinción y la mayor conciencia de los riesgos del uso del fuego en labores agroforestales. El inicio de 2025 ha sido más seco de lo habitual y la sombra de la intencionalidad humana vuelve a emerger en las investigaciones que ya ha puesto en marcha la Ertzaintza.

El alcalde de Ezkio-Itsaso, Joseba Telleria, declaró ayer que cuando se produjo el fuego no había caído ningún rayo en la zona y que no había ninguna maquinaria, por lo que se baraja la posibilidad de que haya sido provocado, informa Cristina Limia. El hecho de que varios focos prendieran casi al mismo tiempo dispara las sospechas.

El gran despliegue de bomberos y guardas forestales impidió que los daños fueran a mayores. Hasta la zona de Zelatun se movilizaron para sofocar el frente del Hernio 35 efectivos de bomberos desde cuatro parques diferentes, siete camiones cisterna y diez vehículos ligeros, además de un equipo de guardas forestales compuesto por trece profesionales.

La alarma saltó a las 19.15 horas y el incendio alarmó a los vecinos de Tolosaldea –lo vieron más de cerca en Errezil y Bidania–, ya que a varios kilómetros a la redonda eran visibles los dos focos activos que iluminaban el monte Hernio pasto de las llamas, al igual que la densa humareda que se elevaba en el oscuro cielo. El fuego quedó controlado antes de las dos de la madrugada y totalmente apagado a las seis y media de la mañana. El viento sur dificultó las tareas de extinción y a petición de Sos Deiak, de los equipos de logística y avituallamiento de Cruz Roja acudieron a la zona afectada y entregaron treinta bocadillos y 40 botellines a los bomberos.

Por su parte, el incendio declarado en el monte Izazpi, a 150 metros de la cima, en el lado de Ezkio, se inició alrededor de la una de la madrugada, cuando el de Hernio estaba casi bajo control. El alcalde de Ezkio señaló que a las siete de la mañana el fuego estaba prácticamente extinguido.

En este caso los profesionales en labores de extinción también tuvieron que emplearse a fondo durante toda la noche. Participaron en el despliegue 20 bomberos, con cinco camiones cisterna y otros tantos vehículos ligeros, además de 13 guardas forestales.

Para completar el operativo, a primera hora del día participó en las labores el helicóptero financiado desde el año pasado conjuntamente por Gobierno Vasco y las diputaciones forales de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba. Su función consistió en el lanzamiento de agua con el fin de impedir posibles rescoldos. Se trata del primer servicio que presta en territorio guipuzcoano desde que las citadas instituciones firmaran un convenio el 1 de septiembre del año pasado. Este acuerdo interinstitucional ha querido responder a la creciente incidencia del cambio climático en Euskadi –esta semana se han experimentado temperaturas inusualmente altas para febrero– y su reflejo en el aumento de la frecuencia de los episodios que favorecen el riesgo de incendios forestales. El uso del helicóptero posibilitando llegar a lugares menos accesibles por tierra y reduciendo el tiempo de respuesta, aunque esta primera vez en Gipuzkoa solo ha tenido que utilizarse para descartar que el fuero se reavivara una vez que los bomberos ya lo habían extinguido a pie de terreno.

Habrá que esperar a otro año para batir el récord de mínimos de hectáreas calcinadas en incendios forestales.