El descarrilamiento de un tren a primera hora de la mañana en Pasaia fue el centro de atención para vecinos y paseantes de la ... zona durante toda la jornada del lunes. La noticia del accidente corrió como la pólvora entre los pasaitarras y muchos se acercaron hasta el lugar para ver el tren descarrilado. La rotonda que une la zona de Kaputxinos con Pasaia se convirtió en una atalaya improvisada para los curiosos que se acercaron hasta allí para ver el convoy. «Menos mal que no transportaba material tóxico», relataba una señora que recorría la zona junto a una amiga y se acercó al enterarse de la noticia. «Es una curva un tanto cerrada y el tren es muy largo, tal vez los últimos vagones han volcado por la inercia al girar», señalaba otra.
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«Nos han dicho lo que ha ocurrido y nos hemos acercado hasta el lugar para ver los trenes volcados, pero no hemos escuchado nada», relataba un estibador que estaba en turno y trabajando en el Puerto de Pasaia.
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Tampoco los comercios más cercanos al lugar del suceso escucharon nada. Así lo manifestaron trabajadores de un centro de alimentación y de un bazar. «Hemos abierto a las 9 -diez minutos antes de que se produjera el accidente-, pero no hemos escuchado nada; ha sido una vez que hemos abierto la tienda cuando nos hemos enterado de lo que ha sucedido gracias a los clientes», narró una trabajadora de una cadena de alimentación, cercana al accidente.
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