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La llamada a la Guardia Municipal de Donostia llegó sobre la 1.30 de la madrugada del 12 de junio de 2022. Unas menores alegaban ... haber sido víctimas de una agresión sexual en un bar de la Parte Vieja. Cuando llegaron a la plaza de la Trinidad los agentes encontraron a un grupo de chicas, señalando a un varón. «Una menor nos dijo que estaban en un bar y que un chico, señalándole, se había sacado el pene y a una amiga suya le había frotado en el culo», han declarado los agentes en el juicio que se ha celebrado este lunes en la Audiencia de Gipuzkoa. Tras escuchar a todos los testigos, la Fiscalía de Gipuzkoa ha mantenido la petición de 4 años de cárcel para el acusado, que ha negado todos los hechos. Su defensa ha solicitado la absolución, si bien en caso de sentencia condenatoria solicitan que se imponga una pena de 1 a 2 años.
Los hechos denunciados ocurrieron la madrugada del 12 de junio de 2022 en un bar ubicado en la calle Juan de Bilbao de San Sebastián. Dos menores, la víctima y una amiga suya, han declarado a puerta cerrada, si bien denunciaron a la policía que cuando estaban en el interior del bar una de ellas notó «un bulto» rozándole por detrás, y que al girarse vieron al encausado con el pene fuera de los pantalones. Las chicas aseguraron que no era la primera vez que veían al acusado en ese bar, y que siempre estaba solo y con una actitud «vigilante y extraña».
En ese momento las chicas comenzaron a seguir al hombre y una de ellas se acercó a él y se hizo un 'selfie', con el objetivo de lograr una prueba para su identificación. Después llamaron a la Guardia Municipal, que se personó en la plaza de la Trinidad. «Una de las menores le señalaba y decía que se había sacado el pene y a una amiga le había frotado. Esa menor se había ido ya a casa, y su amiga estaba muy nerviosa», ha explicado uno de los agentes. «Identificamos al agresor, que no llevaba documentación pero nos dijo su nombre y negó todo», ha señalado el policía, «y las chicas nos dijeron que le habían seguido por la calle 31 se agosto».
El padre de la menor que denunció el roce ha explicado que cuando llegó a casa les despertó nerviosa y les contó lo ocurrido. «Que sintió un bulto y que al girarse le vio a él, se acojonaron y como estaba apurada se fue a casa. Y después fuimos a comisaría».
Por su parte el acusado, que no tiene antecedentes penales, ha negado que sacase su pene del pantalón y que se rozase con él con la denunciante. «En ningún momento. Yo quería ir al baño y había mucha gente, era como en un autobús lleno, que no puedes guardar la distancia. Me puse a esperar detrás del grupo de chicas y vi como se agarraban los bolsos y se giraron a ver si les había robado, algo que me molesta mucho» por su condición de marroquí. «Cuando ví eso y que no salían del baño salí del bar a buscar otro. Y cuando volví me senté y una chica se acercó y se hizo un 'selfie'. Pensé que lo iban a publicar para decir que les había robado y llamé a la policía varias veces, pero no me hicieron caso, me dijeron que estaban ocupados. Y después me detuvieron.
Una vez finalizadas las declaraciones, la Fiscalía ha decidido mantener la petición de pena de 4 años de prisión por abuso sexual cometido sobre menor de 16 años, al entender que existe «prueba suficiente» para condenar al procesado. «La víctima ha dicho que notó en 2 o 3 ocasiones que algo le rozaba el trasero, que tenía un bulto y los genitales fuera del pantalón», ha dicho la fiscal, que ha calificado la declaración de la menor de «coherente y detallada, y corroborada por su amiga y su padre». Además solicita que le indemnice con 1.000 euros por los daños morales, «ya que la menor aún está nerviosa y se cierra con llave en casa».
Por su parte la defensa ha solicitado la absolución del acusado, al entender que no hay «prueba de cargo bastante como para condenarle fuera de toda duda razonable». Su letrada ha señalado que dado lo lleno que estaba el bar «claro que pudo haber rozado a la chica, pero sin ninguna de las intenciones de las que le acusan. Ellas pensaron mal por prejuicios». En el turno de última palabra, el procesado ha insistido en su inocencia. «Yo no he hecho nada de esto».
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