Nueve de las trece víctimas mortales en las carreteras guipuzcoanas han sido motoristas, en este año negro

El mes de julio se despide así con una nueva desgracia en las carreteras que está siendo especialmente cruel con los conductores de vehículos de dos ruedas. Y es que las tres últimas víctimas mortales registradas este verano en Gipuzkoa eran motoristas. Cifras que, cumplida ya la mitad del año, se aproximan a las del pasado 2023, cuando fueron once los pilotos fallecidos en nuestra red viaria, de un total de 30 víctimas. Cabe recordar que los del pasado ejercicio fueron los datos más elevados en el histórico desde el año 2015, cuando se produjeron un total de 31 personas fallecidas.

Fue a comienzos de este mismo mes, el pasado 5 de julio, cuando se tuvo conocimiento de la última persona muerta en un accidente en la carretera. Se trataba de un vecino de Irun de 64 años que circulaba con su motocicleta por la N-638, en Hondarribia, cuando impactó de manera frontal con al menos dos turismos implicados.

Un siniestro muy similar al que se cobró la vida de una joven motorista zarautzarra de 21 años en la N-I a su paso por Amasa-Villabona. El accidente tuvo lugar en el punto kilométrico 445 sentido Madrid el pasado 30 de junio. Fue tan solo cuatro días después de que Sergio Gastaminza Barrika sufriera un accidente cuando iba como copiloto en un camión que impactó contra otro en la N-1 a la altura de Idiazabal. El hombre de 44 años y natural de Olazagutia en Navarra murió posteriormente en el hospital.

Una semana negra. Y es que tan solo un día antes, el 25 de junio, se producía la primera víctima del mes de junio en las carreteras guipuzcoanas. Se trataba de una mujer de 76 años que falleció tras un siniestro entre un turismo y una caravana en la GI-631 en Zestoa, en una recta próxima a la entrada a la autopista AP-8 en Arroa. Ambos vehículos chocaron de forma frontal.

Antes, el 17 de mayo un motorista vecino de Irun de 61 años, falleció tras colisionar su motocicleta contra una furgoneta en la GI-636, en el término municipal de Errenteria, a la altura de la salida a Lezo, sentido Irun.

Apenas cinco días antes, el día 12, falleció un motero eibartarra de 67 años en Eibar tras ser arrollado por un coche que circulaba a gran velocidad. Producto de las lesiones sufridas, el motorista falleció prácticamente en el acto. Por su parte, el conductor del turismo se dio a la fuga tras el siniestro, aunque fue detenido pocas horas después y enviado a prisión sin fianza por el juez.

En el mes de abril, una motorista vecina de Errenteria perdió la vida en la Gi-20, a la altura de Intxaurrondo. La mujer de 52 años falleció en el acto tras chocar con un camión a la altura de Marrutxipi.

Un vecino de Txarama de 78 años falleció el primero de marzo en un accidente de Orexa después de que el vehículo se saliera de la calzada de un camino vecinal y precipitarse a continuación a un río. El fatal siniestro se produjo cuando la víctima conducía por el paraje de Basabe, entre Orexa y Lizartza. Circulaba por un camino muy estrecho y cuando pasaba por un puente el vehículo se desplazó hacia la derecha y una rueda se salió del arcén, que se encontraba «en muy mal estado», según señalaron testigos a este periódico.

En la A-15, en el punto kilométrico 166, a la altura del barrio Karabel de Hernani, la carretera se cobró la vida de un hombre de 62 años. El otro ocupante, un hombre de 41 años, resultó herido de gravedad después de que a causa del siniestro se precipitara al río que fluye por debajo de la autovía en una caída de unos 20 metros.

Un motorista de 44 años falleció el día 27 de enero la GI-631 entre Azpeitia y Zestoa, en dirección Zumarraga. Según fuentes oficiales, el motorista perdió el control de su vehículo y se salió de calzada del motorista. El siniestro no tuvo más vehículos implicados.

Dos días antes, el 25, el siniestro fatal tuvo lugar en la Gi-636, en el municipio de Lezo. La víctima, un hombre de 58 años, falleció prácticamente en el acto tras colisionar en Gaintxurizketa con otro vehículo cuyo conductor resultó herido y tuvo que ser traslado al hospital, aunque se encontraba consciente tras el golpe.

El primer fallecido en las carreteras guipuzcoanas de 2024 data del 3 de enero. Un motorista donostiarra de 58 años falleció en un accidente de tráfico en Getaria, después de chocar frontalmente contra un turismo que invadió su carril. El varón resultó gravemente herido y fue trasladado al Hospital Donostia, donde finalmente murió horas después.