

Secciones
Servicios
Destacamos
La ilusión personal de Juan Mari Sánchez, amante de las aves rapaces, responsable de Euskal Fauna, activista medioambiental y emprendedor convencido, echa a volar. El ... centro de cetrería que lleva años construyendo en su imaginación ha superado el primer trámite: El de la autorización medioambiental. Ahora ya proyecta su sueño sobre la parcela del alto de Gaintxurizketa –perteneciente a Lezo– de 24.487 metros cuadrados que compró en 2015. No maneja plazos. «Lo quería para ayer», verbaliza. «Pensaba en ello antes de la adquisición del terreno pero veo que todo va muy despacio. De todas formas, lo del permiso medioambiental ha sido una buena noticia».
Las explicaciones sobre el proyecto ganan credibilidad y suenan más convincentes con el halcón Tor posado en su antebrazo. «El proyecto consiste, básicamente, en fundar una escuela de cetrería para enseñar a quien venga todo lo relacionado con las aves rapaces. Siempre me ha gustado que la chavalería tenga una cultura del medio ambiente y los animales en general». Halcones, águilas, azores... son su debilidad. «Me enganché hace mucho y es un mundo apasionante».
El desconocimiento sobre este tipo de aves genera prejuicios que viene a desmontar Juan Mari. «Para que la gente se haga una idea, se puede tener un halcón como quien tiene un perro. Se establece un vínculo especial y profundo. La relación con un ave de presa puede ser muy estrecha y emocional. Se llega a convertir en uno más de la familia. Eso sí, hay que adiestrarlos. Para eso es esta escuela. Para familiarizarnos con ellas».
Añade Sánchez que la cetrería también puede estar dirigida y ser beneficiosa para personas con Alzheimer y con cualquier tipo de discapacidad. «Mediante terapias realizadas con las diferentes aves se estimulan las capacidades emocionales, cognitivas, psicomotrices y de reminiscencia en el caso de enfermos de Alzheimer, y mediante juegos con las aves se mejoran las emociones psicosociales de las personas con discapacidad».
El centro tendrá una finalidad eminentemente educativa y formativa, tal y como subraya su promotor. «No está pensado para exhibiciones o espectáculos. El objetivo es crear una escuela para todo el que quiera aprender. Y ofrecer una bonita experiencia a quien se acerque».
Por de pronto, el departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco ha resuelto que el proyecto no produce efectos adversos significativos sobre el medio ambiente y, por tanto, no debe someterse a evaluación ambiental estratégica ordinaria. En definitiva, da luz verde al plan de ordenación presentado por el Ayuntamiento de Lezo.
El proyecto plantea, dentro del ámbito denominado 'Gaintxurizketa Goiko Bailara', la implantación de nuevas edificaciones, así como dependencias auxiliares dedicadas a la cría, entrenamiento y exhibición de aves rapaces, cursos de cetrería y cuidado de aves para grupos y particulares, así como catering y hostelería en las dependencias.
La ordenación permite, concretamente, la implantación de «un edificio principal que albergará el edificio multiusos, destinado a clases, oficina, centro de atención de los visitantes y cantina, y el edificio destinado a vivienda». En ella habitaría la familia actualmente encargada del cuidado de las aves.
Por otra parte, se implantarán edificaciones de alojamiento para huéspedes, jaulas para las aves y cebos y zonas verdes. El diseño elaborado por Euskal Fauna, que ha contado con la colaboración del arquitecto José Ángel Medina Murua y el abogado Felipe Apalategui, contempla «un aula polivalente en la que se puedan impartir clases a grupos de personas de diferentes edades sobre las aves, o ser un lugar de reunión para grupos de personas interesadas e involucradas en la cetrería. Este espacio también puede ser utilizado para albergar a alumnos de prácticas de cursos comunes (Nubika o Escuela Veterinaria MasterD) o alumnos de biología que hagan sus prácticas de fin de carrera».
Otro de los espacios planteados, también ligado a la vivienda, es el de un pequeño bar, lugar destinado para el descanso o el reposo de cualquier persona que visite la instalación.
Fuera de la vivienda, aparecen planteados dos espacios distintos. El primero de ellos lo componen varios núcleos de mudas, conectados mediante distintos paseos, con la función de ser el hogar de las aves en el día a día y otros animales relacionados con la cetrería. Las mudas centrales están destinadas a ser el espacio donde se realicen las distintas actividades con las aves para los grupos que se acerquen a la instalación. Por último, aparecen los dos pequeños apartamentos, destinados a las personas interesadas en la cuida y cría de aves que quieran vivir una experiencia más amplia y cercana.
Como resumen, concluye Sánchez que el proyecto «quiere ampliar y difundir el conocimiento y la experiencia, hasta el momento obtenida, con todo el mundo que esté interesado en el mundo de las aves rapaces. Es por ello, que queremos conseguir un espacio de interés público mediante la creación de distintos equipamientos dentro de la parcela. Todos ellos alrededor de un mismo objetivo: cuidar y hacer crecer el mundo de las aves rapaces».
Se trata, según avanza, de un enfoque diferente, que no se encuentra en el entorno. «Hay centros de exhibiciones como puede ser el parque temático de Tierra Rapaz, pero así como se quiere gestionar lo nuestro, no hay lugares cerca de aquí. De ahí también la necesidad».
En el centro de Gaintxurizketa se podría, además, encontrar «ese sitio donde las personas pueden tener su propia águila. Tu vienes, trabajas tu ave y luego lo dejas aquí con la persona responsable, en su alojamiento. Y recibes los consejos que te pueden dar para los cuidados. Siempre con una base educacional. Nos importa la vida animal. El objetivo es ayudar a conocer ese ecosistema».
Con la luz verde medioambiental, Juan Mari espera que se aceleren los trámites. Asume que «económicamente es un reto mayúsculo y trataremos de recabar ayudas, pero vamos adelante con todo». La parcela de Gaintxurizketa espera ya a ser epicentro de la educación sobre aves rapaces.
El proyecto educativo auspiciado por Euskal Fauna busca diversificar su actividad e incluye el adiestramiento de perros que acompañan a las aves de presa de manera que acaban creando un gran vínculo entre ellos. En la cetrería se impartirá también formación de guardas rurales de caza, policía o veterinarios, dando a conocer la legislación, métodos de caza, beneficios de la cetrería en cotos como método selectivo de caza o cómo proceder en caso de encontrar aves extraviadas o heridas. El impulsor del proyecto se dedica asimismo al control de plagas de todo tipo como gaviotas, palomas, avispas asiáticas o incluso al control de jabalíes por los daños que pueden causar en explotaciones agrícolas y ganaderas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El motorista fallecido en Quintanilla de Trigueros es hermano del alcalde de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.