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Las bases socialdemócratas han dado luz verde con una amplia mayoría al acuerdo de coalición con los conservadores, por el que el cristianodemócrata Friedrich Merz ... será investido canciller federal el 6 de mayo para gobernar Alemania los cuatro próximos años. Un 84,6% de los afiliados al SPD dio su aprobación al contrato negociado por sus líderes con la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU), según anunció este miércoles un portavoz del partido.
El secretario general del SPD, Matthias Miersch, celebró «el gran respaldo recibido de las bases» al acuerdo de coalición que, bajo el título 'Responsabilidad para Alemania', negociaron con los conservadores. Los importante ahora «es llevar el país adelante» y superar la crisis económica que afecta al país, afirmó. Subrayó además la confianza que los afiliados depositan en la dirección del partido, «más aún en tiempos de gran inseguridad», y aseguró que lo socialdemócratas se preocuparán en el nuevo Ejecutivo de aportar «estabilidad para contar con una país justo y social».
Un 56% de los cerca de 360.000 afiliados al SPD participó en la consulta de carácter vinculante, una cifra algo menor que en los dos referendos anteriores, aunque la aprobación fue mayor. En la primera votación de las bases en 2013 casi un 76% aceptó la entrada como socio menor de los socialdemócratas en el tercer Gobierno de la conservadora Angela Merkel. En 2018 fue tan solo un 66% el que respaldó que el SPD formara parte del Ejecutivo de Merkel en su cuarta y última legislatura. En 2021 no se realizó este proceso ya que los socialdemócratas encabezaban el gabinete de la mano de Olaf Scholz.
El documento de 144 páginas elaborado por conservadores y socialdemócratas alemanes para gobernar juntos había sido rechazado de plano por las juventudes del SPD, que exigieron revisarlo y mejorarlo y llamaron a las bases a negar su aprobación. El endurecimiento de la política migratoria y de asilo impuesto por CDU/CSU en el acuerdo y el rechazo en el mismo a un aumento de los impuestos para los más adinerados como pedían los socialistas fueron dos de las críticas al pacto. Esto obligó a Klingbeil y la cúpula socialdemócrata a hacer campaña a favor de una nueva coalición entre sus afiliados durante las dos semanas de la consulta interna.
Con el visto bueno del SPD se supera el último obstáculo para que Merz sea elegido canciller federal por el Bundestag el martes 6 de mayo. Tanto la CDU en un congreso extraordinario este lunes como la CSU, en una reunión de su ejecutiva y diputados nacionales y regionales hace ya tres semanas, habían aprobado el contrato con los socialdemócratas. Los conservadores han anunciado ya los nombres de sus diez en el gabinete de Merz, cuatro de ellos mujeres. El SPD tiene previsto dar a conocer la identidad de sus ministros un día antes de la votación de investidura en el Parlamento federal.
Se da por seguro que Klingbeil, copresidente del SPD junto a Saskia Esken, será vicecanciller federal y ministro de Finanzas. También se considera un hecho que Boris Pistorius, el político con mejores índices de popularidad en Alemania, continuará dirigiendo el Ministerio de Defensa y el proyecto de modernizar y equipar al Bundeswehr, el ejército federal, en un momento en el que se exige al país encabezar la tarea de garantizar la seguridad de Europa. Los socialdemócratas tendrán a su cargo también las carteras de Trabajo y Asuntos Sociales, Justicia, Construcción y Vivienda, Ayuda al Desarrollo y Medio Ambiente.
«CDU/CSU y SPD deben concederse éxitos mutuamente», declaró el cristianodemócrata Thorsten Frei, ministro federal de la cancillería en el nuevo gabinete, sobre el futuro trabajo en equipo y tras conocer la aprobación de las bases socialdemócratas. «Tenemos que asegurarnos de que no se convierta en un juego de suma cero en el que uno sólo pueda ganar tanto como otro pierda», comentó Frei, quien espera que las dos formaciones resuelvan sus diferencias de manera efectiva y sin que alguien pierda la cara.
Frei advirtió además de que el endurecimiento de la política migratoria y de asilo pactado por conservadores y socialdemócratas será efectivo cuando el nuevo Ejecutivo asuma el poder. «Todo aquel que intente entrar en Alemania de manera ilegal debe contar a partir del 6 de mayo con que será rechazado en la misma frontera», señaló el hombre de confianza de Merz, quien anunció que «desde el primer día se ampliarán e intensificarán los controles de identidad en las fronteras».
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