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Entre regalos varios que se abrieron ayer sábado están los perfumes, los electrodomésticos o prendas de ropa, sin embargo, quien acudió al patio de ... Koldo Mitxelena por la mañana tuvo el privilegio de autoregalarse un concierto, sin duda, memorable. Protagonizado por los músicos de EMKE y acompañados por los bailarines Jon Menor y Josune Gurrutxaga, lo que se vivió ayer en el tradicional concierto de 'Año Nuevo' será difícil de olvidar. Fue el comienzo perfecto a un nuevo año que se espera ilusionante para la Banda principal.
El tiempo desapacible y característico de la estación actual no frenó la inquietud de los numerosos ciudadanos que se acercaron a una de las principales arterias del centro para escuchar atentamente a la Banda. Como venía siendo habitual en años anteriores, se colocaron decenas de sillas en el interior del patio para poder seguirles de cerca y sin tener que echar mano del paraguas al estar cubierto. Seguramente sea éste el descubrimiento más efectivo para días de lluvia como el de ayer, ya que muchos planes terminan realizándose en el lugar.
Pasaban poco más de las 12.30 horas cuando el director de la Asociación de Cultura Musical de Errenteria (EMKE), Aitor Mitxelena (este año en sustitución de Alain Ayerdi), se dirigía a sus músicos para preparar sus partituras y dar comienzo a la función. Entre interpretaciones, la pareja de bailarines Josune Gurrutxaga y Jon Menor, que causaron sensación en la pasada edición de 'Got Talent' volvieron a deleitar al público con la magia de su danza. Con la misma pasión que lo hacen cuando se dirigen a sus alumnos en la academia de baile 22 Academy de Irun.
Al mal tiempo, buena cara. Los asistentes se olvidaron de lo de fuera y disfrutaron con grandes clásicos en el interior como la 'Marcha Radetzky' de Johann Strauss (padre), 'Donder en Bliksem', 'Vals del Emperador' y 'A Orillas del Danubio Azul' de Johann Strauss (hijo), la 'Marcha Húngara' de Louis-Hector Berlioz, 'The Second Valtz' de Dimitri Shostakóvich, o la polca sa 'Feurfest!' de Strauss. Salieron con las palmas de la mano rojas de aplaudir en cada interpretación. Hubo quienes no llegaron a tiempo y tuvieron que optar por ver el concierto desde fuera del patio, con paraguas en mano eso sí.
Como era día de Reyes, además del propio concierto que ya fue un regalo, un año más se entregaron caramelos al finalizar el concierto para que los niños y niñas presentes en el acto pudieran recogerlos junto a sus familiares. Ya lo venían haciendo, pero no deja de ser una grata sorpresa.
Con este concierto clásico, EMKE dio inicio a una temporada que se prevé «exigente y repleta de conciertos». Agradecieron la presencia de un público que «siempre nos acompaña» y les invitaron a seguir haciéndolo en próximas citas.
En palabras del presidente Josu Mitxelena, para 2024 se marcan «llegar con la Banda de Música y todo el equipo de dirección artística a la nueva ubicación con el mismo nivel que tenemos hoy en día. Nos permitirá desarrollar todo un proyecto, que enriquecerá aún más la propuesta cultural de nuestra entidad».
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