Detenidos dos agentes del CNI por revelar secretos a Estados Unidos

Esta vez la investigación que dirige un juzgado de Madrid apunta a dos integrantes de los servicios secretos españoles, quienes podrían haber filtrado documentados reservados a agentes de inteligencia de Estados Unidos. La noticia adelantada por El Confidencial este lunes ha sido confirmada por la ministra de Defensa Margarita Robles, de visita a las tropas españolas destacadas en Letonia.

La titular del juzgado de instrucción de Madrid abrió una causa hace unos dos meses por un delito de revelación de secretos después de que el propio CNI destapara la trama y denunciara a sus funcionaros, que fueron detenidos por la Policía Nacional. Las diligencias abiertas se encuentran bajo secreto reforzado en la actualidad y Robles no ofreció más detalles más allá de ratificar la información.

Periódicamente, el centro que dirige Esperanza Casteleiro realiza controles sobre el uso de la información clasificada y los documentos secretos que manejan sus distintos departamentos. Fue entre finales de septiembre y principios de octubre cuando se descubrió que estos dos agentes estaban facilitando información de manera irregular a sus colegas norteamericanos.

La investigación interna posterior llevada a cabo por el CNI destapó que parte de la información reservada pudo ser vendida por dinero, aunque también ha habido otros motivos para ese traspaso de documentos de inteligencia que no han trascendido, según señalan fuentes conocedores del caso. Tras comparecer en sede judicial, los dos implicados fueron enviados a prisión provisional, pero con el avance de las pesquisas se determinó que uno de ellos tenía una implicación menor y fue puesto en libertad provisional.

Aunque los hechos inicialmente se investigan por presunta revelación de secretos, también podrían ser constitutivos de una versión agravada de ese delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, que puede castigarse con entre 6 y 12 años de prisión. El delito precisamente por el que fue condenado el exespía Flórez en 2010.

Flórez, que había trabajado para el centro entre 1992 y 2004, fue detenido después de que se encontrara documentación clasificada en un local y dos apartamentos de su propiedad en Puerto de la Cruz (Tenerife). También se le incautó de una carta dirigida a los servicios secretos rusos en la que se ofrecía a trabajar para ellos a cambio de un primer pago de 200.000 dólares. No obstante, el tribunal no pudo probar que la entrega se hubiera consumado.

Tras liquidar su condena en 2016, los servicios de inteligencia británicos señalaron a Flórez dos años más tarde como el delator del exespía ruso Sergei Skripal, un agente doble del MI6 envenenado junto a su hija con un gas nervioso el pasado 4 de marzo en la localidad de Salisbury.

Más relevante aún fue el caso del exjefe de operaciones del CESID (antiguo CNI) Juan Alberto Perote, condenado a siete años de cárcel en 1997 por llevarse del servicio secreto las llamadas microfichas. Estos documentos recogían información clasificada sobre la guerra sucia contra ETA y escuchas ilegales y acabaron en poder del banquero Mario Conde.

La particularidad del caso actual es que el país extranjero para el que supuestamente trabajaban los agentes detenidos era un país aliado, Estados Unidos, con el que el CNI mantiene una estrecha colaboración. Tal es el vínculo que incluso ha habido quejas de que la CIA ha realizado operaciones en suelo español sin informarle previamente, asuntos sobre todo relativos al crimen organizado y al narcotráfico, pero nunca se había llevado el caso a los tribunales sino que se habían resuelto discretamente.