Pelea de gallos

Toda una pelea de gallos, con el telón de fondo de un tema, el de la inmigración, que si no se aborda bien, y el lehendakari no lo ha hecho, tiene aristas muy polémicas. Iñigo Urkullu, por ejemplo, siempre tuvo una visión muy humanista de este asunto que le impedía fugas por la izquierda. Es por este flanco ideológico donde un partido socialdemócrata como el PSE-EE busca marcar perfil ante el PNV. Quizás porque, aunque sean socios de gobierno, los socialistas se han percatado de que para crecer deben pescar en el caladero jeltzale, que oscila entre el centroizquierda y el centroderecha liberal, más que en el nicho de EH Bildu.

Mientras, Arnaldo Otegi asiste a la refriega con las palomitas en la mano y el PP aprovechará para meter su cuña y seguir también recuperando votos fugados al PNV, pese que en Sabin Etxea cada vez son más críticos con las políticas de Pedro Sánchez. Ahora será de nuevo el turno del lehendakari, que hoy o mañana hablará en el Parlamento Vasco y que tendrá que ejercer el liderazgo para apagar el fuego que él mismo provocó, para evitar que algo acabe quemándose de verdad.