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Iñaki Subijana está valorando dar el salto desde la Presidencia de la Audiencia de Gipuzkoa para concurrir a la del Tribunal Superior de Justicia del ... País Vasco que acaba de dejar vacante Juan Luis Ibarra. Según ha podido confirmar este periódico, el magistrado donostiarra sopesa formalizar su candidatura, después de que el Consejo del Poder Judicial, que es el que decide el nombramiento, haya abierto el proceso de elección. Los 20 días naturales dispuestos para presentarse –el plazo finaliza el 12 de julio, jornada electoral en Euskadi– permitirán despejar cuántos de los eventuales aspirantes acaban optando a dirigir la cúpula de la Magistratura vasca y si ésta acaba siendo la carrera más nutrida, una vez desaparecida la amenaza de ETA.
Nacido en 1963 en Sebastián, Subijana es un reconocido penalista que cubre su segundo mandato al frente de la Audiencia Gipuzkoa, cargo para el que fue reelegido por unanimidad en 2015 y tras ser el único candidato. El magistrado inició su carrera en 1990 con un primer destino en los juzgados de Azpeitia, de donde pasó a la Audiencia de Cádiz antes de regresar a la capital donostiarra. Especializado en terrenos como el Derecho Foral y la mediación, completa su currículum con la actividad docente. Por de pronto, y además de Subijana, la presidenta de la Sala de lo Social y responsable ahora en funciones del Tribunal Superior, Garbiñe Biurrun, también evalúa su candidatura, al igual que la presidenta de la Audiencia de Álava, Mercedes Guerrero. Junto a ellos tres, se citan los nombres de dos veteranos integrantes del Tribunal Superior: Antonio García, magistrado de la Sala de lo Civil y Penal, y Luis Garrido, quien sustituyó en su día a Ibarra al frente de la Sala de lo Contencioso-istrativo. El mero hecho de que haya ya cinco eventuales aspirantes sobre la mesa parece anticipar que el proceso será disputado. Lo que lleva a augurar también, según fuentes consultadas, que los magistrados que concreten su candidatura apurarán el plazo calibrando sus bazas.
La Presidencia del TSJPV requiere una mayoría cualificada –tres quintos– del pleno del Consejo del Poder Judicial, integrado por veinte vocales y su máximo responsables, Carlos Lesmes. Es decir, la elección precisa 13 apoyos, lo que obliga a un mínimo consenso entre las distintas corrientes que se sientan en el órgano de gobierno de los jueces, hoy con mayoría del sector conservador y en un momento delicado, dado que el CGPJ se encuentra en interinidad por la falta de acuerdo para su renovación entre el PSOE y el PP. Las dilaciones en los nombramientos derivadas del parón por la pandemia, los trámites que han de cumplir los candidatos a las diversas vacantes –presentación de sus respectivos programas incluida– y los siempre complejos equilibrios de poder en el seno del Consejo dificultan, sobre el papel, el relevo del TSJPV a finales de julio, aunque éste parece ser el objetivo.
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