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En su primera visita al extranjero tras casi tres años sin poder viajar a otro país debido a la pandemia, Iñigo Urkullu hizo este lunes un fuerte alegato en favor de las regiones con competencias legislativas propias para reivindicar la labor que desempeñan y reclamar que Euskadi, igual que el resto de «realidades nacionales» de otros Estados miembro, puedan tener voz y voto en las decisiones que se adopten en el seno de la Unión Europea. Pero también aprovechó su visita a Córcega para lanzar un mensaje implícito a Pedro Sánchez: que plantee un nuevo modelo de Estado basado en la plurinacionalidad para así dar «una salida política» al «desencuentro territorial» del País Vasco y Cataluña.
El lehendakari, de visita oficial a la isla mediterránea, recuperó este lunes uno de sus mantras durante su intervención en la Asamblea corsa: la necesidad de blindar el autogobierno vasco y profundizar en la relación bilateral con el Gobierno español para desatascar la «crisis del modelo de Estado». Una reivindicación que no es nueva -Urkullu desempolva de tanto en cuando su particular cuaderno de Bitácora en el que recoge sus aspiraciones plurinacionales-, pero que ayer el lehendakari quiso reclamar en territorio amigo por los fuertes vínculos identitarios que comparten Euskadi y Córcega en sus respectivos territorios.
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Así lo manifestó ante la presencia de 70 representantes de distintas instituciones públicas y de la sociedad civil -excepto el prefecto, delegado del Elíseo en Córcega, y los dirigentes de la derecha, que se ausentaron del hemiciclo-, después de haber mantenido un encuentro con el presidente del Consejo Ejecutivo de la isla sa, Gilles Simeoni.
Durante su comparecencia, el jefe del Gobierno Vasco desgranó las líneas generales en las que se sustenta el autogobierno vasco -recordó que hay un debate abierto sobre el nuevo estatus cuyas premisas, dijo, son «reconocer la singularidad de la nación vasca» y «establecer una relación bilateral» con el Estado- y abogó por una Europa basada en la «Unión de Pueblos». Y después de recordar que el Gobierno de Sánchez «no está cumpliendo» el calendario de transferencias, puso especial énfasis en la defensa el Concierto Económico vasco como piedra angular del autogobierno vasco: «La base -dijo- para un nuevo pacto en las relaciones entre Euskadi y el Estado».
A su juicio, «este modelo puede ofrecer una salida política al desencuentro territorial y la crisis del modelo de Estado». Y aseguró que «es evidente la existencia de voluntades sociales mayoritarias diferenciadas en Cataluña, Euskadi y España». «Al Estado -insistió- le corresponde leer adecuadamente este nuevo tiempo, asumir su propia diversidad y pluralidad y plantear un nuevo modelo de Estado». Lo dijo, además, en un momento en que el PNV ha marcado aún más distancias con el nuevo PP de Alberto Núñez Feijóo por su visión sobre la plurinacionalidad. Y es que el líder de los populares, en un intento de calmar las aguas revueltas tras las polémicas palabras de Elías Bendodo, subrayó hace dos semanas que España «no es un Estado plurinacional».
La reivindicación En su primera visita a otro país tras la pandemia, pide «una salida política» para Euskadi y Cataluña
La Europa federal Aboga por que en el seno de la UE se reconozca e institucionalice «el estatus de región asociada»
Urkullu, en todo caso, planteó «reconocer la plurinacionalidad, y avanzar en el reconocimiento jurídico-político, también social y cultural, de las realidades nacionales vasca o catalana». «Una solución política aconseja asumir esta cultura plurinacional, afrontar con visión constructiva la redistribución de la soberanía del Estado, favorecer la defensa de la identidad de sus respectivos pueblos y, también, su proyección exterior», insistió el lehendakari.
Urkullu abogó, además, por que Euskadi y Córcega sigan acercando sus «realidades nacionales» para estrechar lazos en materia cultural, económica e institucional y así «contribuir a mejorar el bienestar y las oportunidades de la ciudadanía de nuestras dos comunidades» y también con el objetivo de fortalecer ambas instituciones y así participar «en la construcción de una Europa más unida, abierta y plural». De ahí que este lunes rescatase el documento 'Euskadi ante la conferencia sobre el futuro de Europa' que presentó en el foro Marco Atlántico en el que apuesta por que la UE «respete» los acuerdos entre los Estados y las comunidades «para el ejercicio de su voluntad de decidir sobre su estatus de soberanía».
Y es que el lehendakari volvió plantear una Europa federal que reconozca e institucionalice «el estatus de región asociada» para «favorecer una mayor participación de los gobiernos de naciones, nacionalidades, comunidades o regiones, muy especialmente las que contamos con competencias legislativas», apuntó.
La primera jornada del lehendakari en Córcega -la visita se prolongará durante este martes- estuvo este lunes repleta de reuniones, intervenciones públicas y visitas programadas en las que Iñigo Urkullu dejó clara la buena sintonía que existe entre Euskadi y la isla corsa.
Después de su intervención en el hemiciclo de la Asamblea de Córcega, el jefe del Gobierno Vasco mantuvo un encuentro con la Cámara de Comercio e Industria para analizar la situación económica de ambos territorios tras el estallido de la pandemia y sobre las consecuencias socioeconómicas que ha provocado Rusia tras la invasión en Ucrania.
Durante su intervención, el lehendakari repasó las características del tejido económico e industrial vasco, al mismo tiempo que manifestó su interés por facilitar la cooperación entre los agentes económicos del País Vasco y Córcega. En este sentido, destacó que Euskadi «cuenta con un sector industrial muy competitivo que actúa como motor de la economía vasca». «Una economía productiva -dijo- caracterizada por la diversificación, y un tejido económico abierto al mundo e internacionalizado».
Urkullu defendió de esta manera las «fortalezas» del tejido económico e industrial vasco después del informe de expertos de Zedarriak, el cual destacaba que Euskadi «ya no ocupa posiciones de liderazgo».
Igualmente, Urkullu visitó una plataforma de investigación e innovación de energía renovable, y aprovechó también su intervención en el Parlamento corso para recordar que Euskadi sufrió décadas de terrorismo. A este respecto, el lehendakari aseguró que la misión del Gobierno Vasco es «seguir trabajando para reforzar una cultura de la convivencia; basada en el respeto a los derechos humanos y el pluralismo; y elevar a categoría de valor compartido la determinación de que convivir es más que coexistir».
Urkullu, que se ha desplazado hasta Córcega acompañado de la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza, y del director de Asuntos Europeos de su Ejecutivo, Mikel Anton, cerrará este martes su viaje con varios encuentros centrados en la política lingüística.
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