Derbi en San Mamés

Lo que digan los Williams

Imanol Troyano

San Sebastián

Sábado, 23 de noviembre 2024, 01:00

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Valverde no ha cambiado en exceso la hoja de ruta que tan buenos réditos le dio la temporada pasada. El Athletic se comporta en fase ofensiva con un dibujo 1-4-2-3-1, que matiza ligeramente sin balón subiendo la altura del mediapunta para emparejarlo con el delantero y formar en un sistema 1-4-4-2. Son esquemas familiares para la Real, que deberá hacer frente a la figura del mediapunta interpretada por Sancet en las distintas fases del juego. El navarro es una de las piezas más importantes en el engranaje rojiblanco tanto en ataque como en defensa. Con balón genera y amenaza en área, mientras que sin él es uno de los leones que mejor ejercen la presión. Los centrales realistas y Zubimendi tendrán que estar atentos a su acoso en salida de balón.

El cuadro bilbaíno mantiene la misma estructura, pero no se comporta exactamente igual sobre el terreno de juego. Al menos no obtiene los mismos resultados. El curso pasado se caracterizó por ser uno de los equipos que más recuperaciones sumaba en los últimos 40 metros del campo. Fue el equipo de la Liga con más tackles en el último tercio –seguido de la Real–, mientras que ahora es el decimoquinto en este mismo apartado. Ha perdido fogosidad en la primera línea de presión o bien los equipos arriesgan menos en salida de balón. Las rotaciones que ha introducido Valverde para poder convivir en las dos competiciones también pueden estar detrás de este descenso.

La Real no debería esperar un Athletic muy dado a arriesgar en campo propio a la hora de iniciar juego. Contra el Betis y el Slavia de Praga en San Mamés ya sufrió ante la presión rival y en el último derbi vasco jugado en Bilbao, el conjunto local hizo todo lo posible para que el balón rodara más tiempo en terreno blanquiazul que en el suyo. De esta forma podría tratar de desactivar nuevamente la presión txuri-urdin a través de envíos largos y juego directo a los hombres de arriba. Ahí entran en escena los hermanos Williams, Nico por izquierda e Iñaki por derecha, aunque se intercambien los perfiles a lo largo del partido. Ambos tratan de dar amplitud al campo pegados a las líneas laterales para recibir diagonales de lado contrario o del mediocentro más alejado. Los compañeros no tienen la necesidad de levantar la cabeza para saber dónde están ubicados.

Los Williams se caracterizan por su velocidad para atacar los espacios por los carriles exteriores, pero Nico también tiene una notable presencia en pasillos interiores. El '10' del Athletic acostumbra a meterse por dentro y caer a recibir de cara para atraer a lateral contrario y generar espacios a la espalda del defensor y así poder aprovecharlos con su velocidad. El menor de los Williams posee una gran capacidad para girar por cualquiera de los dos perfiles con un simple control orientar y dejar al defensor clavado. Aramburu, que está más que habituado a enfrentarse a rivales de este tipo, tendrá que hacer frente a otro desafío de vértigo mañana en San Mamés.

Gorka Guruzeta es el nueve del equipo, aunque sus funciones no siempre se correspondan a las que definen su posición. Dentro del área sí puede catalogarse como un ariete rematador, pero fuera de ella desempeña labores más propias de un centrocampista que de un delantero. El donostiarra trata de vaciar su zona de influencia para crear espacios que puedan ser aprovechados después por los extremos o por el mediapunta. Favorece las llegadas de segunda línea. Está habituado a jugar de espaldas y a descargar el balón a zonas más liberadas y también a dar continuidad al juego. No va a explorar los espacios por su cuenta y riesgo, ni se va a pelear en exceso con los centrales rivales para mantener el cuero. Guruzeta juega para sus compañeros y se mueve en gran medida para los Williams.