Roberto Olabe: «No vamos a Europa a comer pizza»

«Construir pasa por incorporar pero también por dar confianza y proyectar. Tenemos una plantilla joven de edad por debajo de los 25 años, con mucho ADN Zubieta, pero con una edad de estancia en el club por encima de los ocho años de media. Eso es parte de lo que queremos ser. La plantilla es amplia, densa, con diferentes recursos para que el entrenador decida cómo quiera jugar, que nos hace estar preparados para afrontar una temporada que es un desafío. Lo extraordinario es que nos está faltando nuestra gente en la grada, porque todo lo demás lo intentamos convertir en ordinario para ser creciendo en madurez y exigencia. Para ello va a ser necesario ese rasgo de madurez que nos van a ir dando las vivencias».

«Queremos ser fieles a las líneas de sucesión, intentar juntar generaciones de talento. Estamos en la mitad de ese proyecto. Estamos en pleno momento de construcción, de cómo queremos llegar a ser. No es solo lo que podamos incorporar. Tenemos la plantilla cerrada con 26 jugadores, de los cuales alguno lleva un tiempo lesionado, pero alguno está cerquita de ser parte del día a día. Tenemos una plantilla que tuvo las salidas de Rulli, Llorente, Odegaard y Zurutuza y que ha tenido la incorporación de Silva, que viene a darnos lo que le vemos en el campo y aportarnos mucho más intangible en vivencias y formación y desarrollo para los jóvenes que trabajan a su alrededor. Merquelanz y Guridi vienen a formar parte de la plantilla. Hemos decidido que sea más larga en base a los que vemos que está ocurriendo, por la situación sanitaria y porque la temporada es larga. Roberto López y Zubimendi son del primer equipo a todos los efectos y Bautista nos aporta un perfil diferente a los delanteros que tenemos».

«Hace tres temporadas iniciamos un relevo generacional y aún no lo hemos finalizando. Quizás no lo hagamos nunca porque queremos seguir dando de comer a esta bestia competitiva que queremos que sea el equipo. El objetivo no es ser jóvenes, sino ofrecer rendimiento. Compro la idea de Aperribay de ser mejores que nosotros mismos y para eso tenemos que ser los mejores durante la semana».

«El año pasado nos fijamos mucho en la edad media de algún partido, como en Copa ante Osasuna en la que anduvimos por los 22 años. El todos ellos juntos es exponencial. Hay plantillas que por edad, retos y motivaciones ya han dado todo. Nosotros creemos que la suma de nosotros nos va a hacer mejores. Vamos a conocer mejor, interactuar mejor. El nivel de superación que tiene el grupo es importante y es clave que ellos sientan la confianza del club y que están haciendo las cosas bien. Tenemos una plantilla más preparada para competir que hace un año». «Yo me he quedado muy satisfecho con ella. El verano es una consecuencia de todo lo que estamos haciendo en el club. En el tramo final de la pasada temporada hubo siete renovaciones, desde Gorosabel, Moyá, Le Normand y Aritz hasta Merino, Merquelanz y Zubimendi, que nos hicieron ir construyendo el bloque. Estamos satisfechos con el equipo que tenemos. Pacheco, Navarro, González de Zárate... Hay que tener paciencia y perseverancia para seguir trabajando. Nuestras limitaciones nos las harán ver nuestros adversarios. Tenemos un equipo con un margen amplísimo de mejora y estar un año más juntos nos va a dar un salto exponencial importantísimo».

«No somos demasiado justos con la posición de defensa central. Es la más complicada en este club para llevar a cabo el trabajo que se le demanda. Queremos que juegue bajo, que juegue estrecho, que sea el primer fijador del adversario, que dé el primer pase que oriente el juego, que tenga una velocidad en reducción de espacios adecuada a la elite, que juegue con 50 metros a su espalda, que hagan pares, que sean valientes para arriba, que jueguen en carriles exteriores cuando los laterales suben.... Lo queremos todo. Y no sé si el mejor central está ahí fuera. Hay centrales fuera que en algunos contextos pueden rendir bien pero que no sé si aquí lo harían igual. Por eso me gustaría hacer una defensa del central de la Real Sociedad, porque tienen la voluntad y la actitud de querer ser todo eso más allá de que se encuentren más o menos cómodos. He conocido extraordinario profesionales y buenísimos jugadores que te condicionan a qué quiere jugar el entrenador, porque no se sienten a gusto jugando con 40 metros a la espalda, porque no se sienten lo suficientemente rápidos».

«No quiero ser ventajista, pero ahí está el rendimiento de Aritz y Le Normand. Tenemos confianza en lo que somos y en jugadores con un potencial extraordinario. Hay que tomar decisiones sobre Zubeldia cuando hablamos de construir. Tiene velocidad de tránsito, juego aéreo, visión periférica, buen pie... También esta Pacheco, que viene con muy buena proyección. De tanto hablar de lo de fuera nos debilitamos de las buenas cosas que tenemos dentro y no es justo. Tenemos la obligación de estar pendientes de todo lo que se mueve alrededor de nuestras necesidades. La unidad de reclutamiento está trabajando en todos los lugares. Pero tengo dudas de que lo mejor esté ahí fuera en lo que respecta a la posición de central».

«No estoy de acuerdo con que el de fuera tiene que venir a marcar la diferencia. Tiene que venir a aportar lo que la línea de sucesión en la cantera no nos da. Tiene que aportar evolución y desarrollo. Desde que ha venido, Sagnan ha progresado. Posee unas cualidades individuales muy relacionadas con lo que queremos y tiene margen de mejora con las situaciones de juego. Tiene 21 años y cuenta con el mejor entrenador para lo que demanda la competición».

«Es una situación eventual que nos preocupa un poco. La salud de Zaldua, que no termina de darle la vuelta, con la situación de Sola. Tenemos a Aritz, que puede hacer de lateral. Jeremy Blasco también está en el primer equipo y estamos trabajando con Petxarroman. Arambarri lleva una temporada entera actuando con el primer equipo en diferentes posiciones para cubrir cualquier eventualidad. Entendemos que aún es pronto para Carbonell. Estoy un poco preocupado a la espera de Zaldua. Está ya entrenando para poder estar listo en un periodo corto. No hay nada que nos haga pensar que tenga algo grave. La de lateral derecho es una posición bien cubierta que ahora, de forma eventual, no lo está. No hay nadie que cuando le toque jugar no haya jugado de lateral derecho».

«La mejor posición es estar dentro del campo. Si hay un jugador con una capacidad tan alta en diferentes posiciones, hay que seguir haciéndolo sentir un jugador importante, no limitarlo a una sola posición. No somos justos con Zubeldia, porque puede jugar en muchas demarcaciones y una de ellas es central. En el pivote estamos superilusionados porque illarramendi está tocando la puerta. Le veo la cara y cómo está entrenando y llego a la conclusión de que alguien con ese estado de ánimo no puede estar muy mal. ¿Zubimendi? Es una magnífica noticia por juntar generaciones. Con esa exigencia que tenemos necesitamos que los jugadores tengan unas cualidades determinadas. Nos obliga a construir, a tomar decisiones, pero estamos encantados de que la construcción no siempre tenga que ver con traer y Martin lo demuestra».

«Las decisiones se toman teniendo en cuenta el corto, medio y a largo plazo. Willian José necesitaba escuchar que el club le dijera 'queremos que te quedes'. Y el club necesitaba oír de él que quería quedarse. Esa es la base de todo. Salió el nombre de Carlos Fernández. Su llegada hubiera supuesto la salida de Willian José, pero no entendemos que nos quedamos debilitados. Ahí están sus números en estas cuatro temporadas anteriores. Lo que necesitamos las dos partes es entender el rol que tenemos que tener. Estamos contentos de que se haya quedado y que haya podido decir eso que necesitábamos oír. Por nuestra parte podíamos haber hecho una operación, pero no hay que olvidar el valor de nuestros jugadores. Ha habido mucho tiempo en el que no nos hemos podido decir eso, quiero quedarme. Y no hay que poner todo en manos del jugador, sino también del club».

«Es una competición que la tenemos que afrontar con un nivel de exigencia altísimo. Igual la gente piensa que en Rijeka no se juega al fútbol o que luego vamos a ganar fácil al Huesca. Nos encanta entrenar. Nos exigimos más en los entrenamientos que en la competición, pero ahora Imanol va a pasar de entrenar a alinear, porque no va a haber tiempo de preparación, y eso va a ser un desafío para el entrenador. Será clave cómo gestionar la recuperación de los esfuerzos. Y que los jugadores sean solidarios, respetuosos, generosos asumiendo el rol que le toque, asumiendo ese reto de exigencia y superación. Respeto a las decisiones del entrenador, disposición para asumir el rol que toque, exigentes para no pensar que es más bonito jugar contra el Nápoles que contra el Cádiz, solidarios con el compañero...».

«No sé si es la mejor. Porque entre las generaciones de 1983 y 1990 hicieron mucho por el club. Yendo a los hechos, son 16 jugadores de Zubieta, por encima de 10 años en el club cuando su edad ronda los 24. Eso quiere decir algo del trabajo que se hace en Zubieta a través del tiempo. Esa línea de sucesión en los mapas posicionales están liderados por un presidente y un entrenador que tienen un compromiso en que eso vaya adelante. Imanol no tiene vértigo en trabajar con esos jugadores que tienen un talento extraordinario pero que necesitan paciencia, exigencia y perseverancia. En número y talento, es una generación extraordinaria, ahora queda confirmarlo en rendimiento. Creo que vamos a estar a la altura. Porque no quiero que sea el año de hacernos una foto en el parque de atracciones ni de ir a Europa a comer pizza o conocer el Adriático o los canales de Ámsterdam. Queremos aspirar a ser los mejores y ver qué somos capaces de hacer todos juntos. Somos menos jóvenes que el año pasado y queremos seguir acumulando experiencias que sirvan como plataforma para seguir creciendo. Lo veo con ilusión y una gran oportunidad para consolidar lo que queremos ser».