Ganar, ganar, ganar y volver a ganar

Son ya cuatro las banderas que ha ganado de forma consecutiva Urdaibai. Orio, Sestao, Castro y Getxo. En mar, en ría, con viento, sin viento, con olas y sin olas. Da igual. Además, como ayer, en Zierbena o en Sestao, está teniendo suerte con las calles. Pero es que da la impresión de que si no la tuviera también podría ganar porque, salvo en Sestao, sus triunfos han sido por un margen superior a los ocho segundos, y en ocasiones dando la impresión, como ayer, de no exprimirse a tope en el último largo.

El guion está siendo prácticamente el mismo en las últimas regatas. Viaja junto a sus rivales en el primer largo y una vez enfila su proa hacia la meta, rompe la regata en el segundo para dejar atrás al resto y olvidarse de mirar por el retrovisor. Es como la firma que dejan algunos ladrones una vez cometen el crimen.

Ayer Donostiarra fue proa de regata casi hasta la ciaboga, donde Zierbena le superó para maniobrar con un segundo de ventaja sobre Urdaibai y Donostiarra y cinco sobre Hondarribia, que sufrió de brankas.

Sin embargo, fue virar y la Ama Guadalupekoa comenzó a volar, hasta el punto que segundos después ya era proa de regata, llegando a tener tres sobre la Bou Bizkaia, la Torrekua II y los galipos, que iban con sus proas alineadas.

Pero el verde esperanza apenas duró un par de minutos, los que necesitó Urdaibai para poner el motor a pleno rendimiento y protagonizar uno de esos largos en popare que tanto le caracterizan, pasando de ceder tres segundos a ciabogar con seis de ventaja sobre la Ama Guadalupekoa y diez sobre Donostiarra y Zierbena.

De nuevo de brankas a Hondarribia le tocó apretar los dientes. La Bou Bizkaia se fue definitivamente, la Torrekua II le superó y los galipos amenazaban con enseñarle la proa.

Con la victoria camino de Bermero, estaba en juego la segunda plaza porque los cronos de las otras dos tandas estaban a años luz debido a que el viento había perdido fuerza.

Zierbena se cayó de las quinielas enseguida y Donostiarra y Hondarribia protagonizaron un mano a mano en el que le juez de mar tuvo que intervenir para mandar a estribor a la Torrekua II.

A 700 metros del final Hondarribia superó a los de Igor Makazaga y se fue directa a por la segunda plaza a la espera de ese guiño del destino.

En la segunda tanda se vivió probablemente la regata más bonita de lo que llevamos de temporada. Orio, Getaria y Cabo se alternaron como proa de regata y pasó de todo. El proel de Cabo rompió la pala de su remo en la primera ciaboga y la embarcación ya no pudo maniobrar con naturalidad, lo que no le impidió pelear por la victoria en la tanda. Lekittarra, que llegó a ver la bandera azul por invadir la calle de Cabo, dejó la segunda ciaboga por estribor y perdió un tiempo precioso que le condenó a la décima posición. Orio y Getaria se terminaron jugando la victoria en el último largo, que se resolvió en favor de los aguiluchos en los últimos 200 metros.

En la primera tanda, Ondarroa remontó en popare para superar a Santurtzi, donde Cristian Garma fue titular pese a la multa recibida por su incidente en Castro. La Sotera parecía manejar la regata a su antojo, pero el último largo se le hizo eterno y la Antiguako Ama se le echó encima hasta superarla. Kaiku volvió a fallar y Samertoloameu...más de lo mismo.