Los vecinos de Amara Berri denuncian destrozos en la plaza Armerías antes de los partidos de la Real Sociedad

Los vecinos explican que desde hace un tiempo a algunos aficionados de la Real les ha dado por reunirse en esta zona. «Antes de los partidos la plaza se llena de camisetas txuri urdin y el ambiente que se genera es totalmente incívico. Se tiran petardos y fuegos artificiales, se orina en la calle y en los portales de las casas, se genera montones de basura en el suelo, cristales rotos, etc.», explica la asociación.

Además, destacan que al ser una plaza pequeña y cerrada el ruido que se produce en la misma se multiplica exponencialmente. «Es un botellón descontrolado y, sobre todo, una experiencia muy desagradable por todos los residentes», lamentan. Denuncian que se han roto los bancos corridos de la plaza y que los s a los garajes subterráneos se usan como urinarios.

Los vecinos de Amara Berri relatan que esta situación genera inseguridad en la plaza porque se imposibilita acceder a los portales y «muchos de los vecinos sienten miedo al salir a la calle, sobre todo con los niños». Además, señalan que «todo ello imposibilita la asistencia sanitaria o la actuación de los bomberos ante situaciones de emergencia».

«Esta situación en la plaza no es segura para nadie, ni para los aficionados que están en la calle, ni para el vecindario», aclaran. Exigen moderación y valores éticos a los aficionados, «que son los mayores responsables de estos actos». De todas formas, «dado que su comportamiento no ha cambiado y cada día es peor», piden a los diferentes estamentos implicados «actuar y tomar cartas en el asunto».

Aunque los vecinos creen que el Ayuntamiento se implica en la limpieza posterior, «no vemos que ponga los medios necesarios para reparar todos los destrozos en la plaza». Creen que ayudaría la colocación de váteres portátiles, papeleras o contenedores de basuras en la zona de Anoeta. Además, recuerdan que la Real Sociedad amplío el estadio y no se ha realizado ninguna mejora en el barrio para responder adecuadamente a esta avalancha de aficionados.

Como solución piden medidas correctoras. «Se nos ocurre que la Real dentro del estadio por medio de sus servicios de altavoces y pantallas debe llamar a sus socios a comportarse antes de los partidos igual que les pide que se comporten en el campo», exponen. Asimismo, creen que si el club ataja el comportamiento de estos socios «tiene mucho que ganar en imagen».