'Mulching' contra el cambio climático

No es estiércol ni abono, aunque huele casi igual de mal, sobre todo los primeros días, mientras termina de pudrirse en grandes montones antes de ser esparcido por el suelo. Se trata del 'mulching', una técnica ecológica que consiste en enriquecer la tierra con restos de poda para facilitar que los árboles de gran porte puedan nutrirse y combatir los efectos del cambio climático.

Es la primera vez que el Ayuntamiento utiliza este sistema de acolchado del terreno a gran escala en un parque de la ciudad. En concreto, el lugar elegido es el entorno de la plaza de Pío XII, donde se localizan varios ejemplares de cedro libanés y secuoya, que aguantan especialmente mal los rigores del calor en verano.

Frente a la Subdelegación del Gobierno y otros puntos del ámbito se han aplicado 200 metros cúbicos de material orgánico, con entre cinco y diez centímetros de espesor, cuya principal virtud es crear una capa aislante que mantiene la humedad.

Según explica la concejala de Ecología, Marisol Garmendia, el 'mulch' debe cubrir toda la circunferencia de la copa del árbol, que es hasta donde llegan las raíces. «Hablamos de ejemplares con más de sesenta años de antigüedad que necesitan una ayuda para soportar las consecuencias del calentamiento global y queremos ver cómo reaccionan ante este nuevo tratamiento», detalla la delegada del PSE, quien destaca entre otros beneficios de esta técnica la protección contra las heladas y la erosión del suelo o una menor proliferación de malas hierbas que compitan con los árboles por el alimento y el agua.

Garmendia informa asimismo de que el departamento de Parques y Jardines del consistorio donostiarra ha decidido plantar en el nuevo parterre de la mediana de Isabel II nueve ejemplares de paulonia imperial adquiridos en Alemania. Es un árbol frondoso originario de China que destaca por la vistosidad y color de sus flores, en tonos morados.

Para salvar el problema advertido por los vecinos que estacionan sus vehículos en esta zona de aparcamientos en batería, se va a instalar un suelo de rejilla de plástico a través del cual crecerá el césped. De este modo, quienes suban a la mediana para acceder al maletero no se ensuciarán los zapatos de barro cuando llueva.

Esta actuación en el barrio de Amara forma parte del plan impulsado por la concejalía de Ecología que contempla la plantación de 750 árboles y 3.000 plantas y arbustos en toda la ciudad.

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