Educación descarta que haya más anomalías en la matriculación en centros financiados

La ikastola de Villabona tiene que devolver antes de final de año 140.000 euros correspondientes a la puesta en marcha de dos aulas en la etapa de Infantil para las que no tenía alumnos. Tal y como adelantó este miércoles este periódico, los servicios de inspección de Educación constataron en diciembre de 2021 un desfase de una veintena de alumnos que estaban inscritos en los cursos de 1º y 2º de Infantil y que, en realidad, no eran alumnos del centro. Ese incremento de niños permitía a la ikastola desdoblar las aulas en cada uno de los cursos, es decir tener dos gelas en el curso de tres años y otras dos en el de cuatro, y por tanto acceder a una mayor financiación por parte del departamento para poder atender una demanda escolar que no era tal. Es ese dinero de más el que, desde la comisión de conciliación creada tras la investigación de los hechos, se acordó que la ikastola tiene que devolver.

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Las versiones de cómo se detecta que faltan casi veinte estudiantes entre el departamento y la confederación de ikastolas, Ikastolen Elkartea, que desde este miércoles ejerce de portavoz de Zubimusu, no acaban de encajar. En Eduación explican que fue una inspección rutinaria en diciembre del año pasado la que advierte que en las clases de 1º y 2º de Infantil faltan niños y que los datos de matriculación no coinciden con los que pasan cada mañana por la puerta de la ikastola. Es entonces cuando la maquinaria de la investigación y análisis se pone en marcha y culmina con un acuerdo por ambas partes en una comisión de conciliación. En ella pactan la devolución del importe del coste de las dos gelas–140.00 euros– sin que se produzca ningún tipo de sanción. En la propia investigación se analizó la situación de las matriculaciones de la ikastola de Villabona de cinco años antes al curso 2021-22, y no hay constancia de que se produjera ningún tipo de descuadre de datos.

Ikastolen Elkartea sostiene sin embargo que la inspección comienza cuando la propia ikastola notifica, con el curso empezado, las bajas de los alumnos en ambos cursos aunque no quiere ofrecer cifras de cuántos son. Zubimusu asume «su error» y lo achaca a la tardanza a la hora de dar a conocer al departamento de Educación que tenía menos niños en las clases de los que había inscrito. Según relatan, la ikastola matriculó para el curso 2021-22 a todos los alumnos que tenía en el curso anterior en la gela de 2 años y en la de 3. Una vez empezadas las clases se retrasaron en dar de baja a esos alumnos que no acudían a sus clases, y es cuando en Educación ven que los números no cuadran y empieza la inspección.

El Boletín Oficial de País Vasco (BOPV) publicó este martes la orden por la que «se resuelve la modificación de la concertación escolar» de la ikastola para el curso 2021-22 en la etapa de educación infantil, así «como el reintegro de los importes abonados correspondientes a las unidades a modifica». La ikastola ha confirmado que reintegrará los 140.000 euros sin plantear ningún tipo de recurso.