Carlota Tamayo: «Las rabietas y pesadillas son manifestaciones normales en los niños ante esta situación de encierro»

Sin ikastola. Sin parque. Sin juegos con los amigos. Desde que el pasado 12 de marzo se decretó el cierre de las aulas en Euskadi, más de 400.000 escolares viven confinados en sus casas. La rutina, tan necesaria para los más pequeños, se ha roto para ellos de un día para otro. La psicóloga infantil donostiarra Carlota Tamayo subraya la importancia de establecer pautas y actividades en el hogar para intentar normalizar una situación atípica. Eso sí, advierte a los padres, sobre todo a aquellos con niños pequeños, que las rabietas o alteraciones en el sueño suelen ser manifestaciones comunes ante un cambio brusco en sus hábitos. Además de una dosis extra de paciencia, Tamayo recomienda a los progenitores proporcionar a los txikis un espacio seguro donde compartan sus temores e inquietudes.

- Cuando se anunció el cierre de las aulas la pregunta que se hacían los padres era: ¿qué hacemos con los niños? Una vez que se ha alargado la pregunta no ha cambiado: ¿qué hacemos con los niños? 

- Efectivamente. Lo primero que se interrogan los padres cuando son conscientes del cierre de los centros educativos es: ¿qué vamos a hacer las 24 horas del día con nuestros hijos en casa? Deben establecerse rutinas y actividades para que resulte lo más ameno y llevadero posible esta nueva situación que vivimos. Es importante que, pasen los días que pasen, mantengamos las buenas costumbres de establecer estas rutinas que acordamos desde un primer día.

- ¿Cree que desde los organismos oficiales se ha tenido en cuenta las necesidades de los niños? ¿Deberían poder salir?

- Estar en el exterior es una de las necesidades básicas para las personas, pero en el caso de los niños es aún más importante porque es la forma que tienen de descargar su energía. Sin embargo, hay que ser conscientes de que este grupo de edad puede propagar los contagios y por lo tanto hay que hacer el esfuerzo de permanecer en casa. El hecho de que les permitieran salir por ejemplo media hora no cambiaría la situación que están viviendo.

- ¿Cómo hay que explicarles a los niños el confinamiento?

- Los niños cuentan con unas características psicológicas y evolutivas que difieren de las nuestras. Por ello, es imprescindible que seamos conscientes de ello para poder entenderles y adaptarnos a sus capacidades de comprensión. Ante todo, es importante utilizar un lenguaje adaptado. Hay que intentar no convertirlo en un tema tabú, normalizando el tema de conversación y explicando bien las consecuencias de éste, para que de esta manera, no recurran a argumentos fantasiosos. Podemos proporcionar un espacio de encuentro para comunicar y transmitir las dudas, miedos… Con los más pequeños, se puede emplear la técnica del dibujo para que puedan comprender, a modo de cuento, cómo se produjo el contagio (por ejemplo, el virus empezó en China, le gustaba mucho viajar, se fue a Italia, a España…)

- ¿Como puede afectar a los menores esta situación?

- El ser humano no está acostumbrado a la situación que estamos viviendo actualmente. En los más pequeños, es aún más complicado integrar de un día para otro las normas que tenemos que respetar, por ello, podemos encontrar las siguientes manifestaciones: rabietas, desobediencia, malas contestaciones, peleas entre hermanos, alteración en el sueño, pesadillas, cambios bruscos de humor.

- ¿Influye la edad del niño en la forma de afrontar este confinamiento?

- En las personas encontramos distintas etapas evolutivas. Un niño pequeño no va a asumir ni comprender las nuevas reglas y lo que ocurre en el contexto igual que un adolescente, y lo mismo pasa con los adultos. Por ello, es importante que los adultos conozcamos bien las capacidades de nuestros menores para poder ayudarles a entender y comprender lo que está pasando.

- ¿Qué consecuencias puede tener esta cuarentena para los niños? 

- Las consecuencias se centrarán mayormente en su estado anímico. Tal y como hemos comentado antes, serán frecuentes las rabietas, los cambios bruscos de humor, discusiones, incluso también podemos notar cambios en la conciliación y ritmos del sueño, en la conducta alimentaría… Por ello, es muy importante la actitud que adoptemos los adultos, ya que nuestros comportamientos se verán ampliamente relacionados con su estado anímico.

- ¿Qué nos quieren decir los niños con esas rabietas y cambios de humor?

- El ser humano no está acostumbrado a esta situación. Es por ello que podemos ir viendo ya en nuestros pequeños una serie de comportamientos disruptivos inusuales en ellos. Se les está sacando de la rutina diaria y además, quitando la libertad de disfrutar del medio ambiente, lugar donde están acostumbrados a jugar, a relacionarse con sus amigos… Es importante que se recurra, frecuentemente, a explicar la situación en la que nos encontramos y proporcionarles un espacio seguro donde compartan sus temores e inquietudes.

-¿Qué recomienda a los padres? ¿Qué pautas deben seguir?

- Para los más pequeños, podemos utilizar técnicas para hacer talleres verbales y puedan expresarse a través de dibujos, plastilina, música, bailes… Es importante establecer rutinas diarias o semanales para que los menores tengan un modelo visual de las tareas y actividades que van a llevar a cabo. Podemos hacer uso de cartulinas, agendas, para que resulte más visual y sea más fácil integrarlo. No podemos olvidarnos de utilizar las tecnologías para mantenernos en o con demás familiares y amigos.

- ¿Deben los progenitores buscar también su espacio?

- Se recomienda que cada miembro de la familia pueda tener su momento cada día. El niño, tiene que entender que estos días van a compartirse numerosas actividades en familia, pero que a su vez, todos necesitamos nuestro tiempo de intimidad para realizar nuestras actividades y hobbies: leer un libro, ver una película, escuchar música… Es importante cuidar de nosotros mismos, ya que nuestro bienestar será el de nuestros menores.

- ¿Esta situación puede afectar al rendimiento académico de los menores? ¿Pueden desarrollar algún tipo de trastorno?

- Es recomendable que desde los centros educativos se haga un buen uso de las tecnologías con las que contamos hoy en día para poder beneficiarnos de la continuidad de la pedagogía. De esta manera, además de establecer rutinas beneficiosas en los menores y una estimulación de las funciones cognitivas constante, obtendremos un menor riesgo para que cuando volvamos a la rutina y a la vida normal, el rendimiento académico se vea lo menos afectado posible.

- ¿Y qué me dice de aquellos niños que necesitan cuidados especiales?

- Es importante poder cubrir al máximo sus necesidades diarias desde casa, ya sea de manera telemática, con pautas a los familiares y/o cuidadores que conviven con él.

- ¿Recomienda a los padres que vayan a comprar o a la farmacia acompañados de los menores o es mejor que sigan en casa?

- Si el menor no tiene con quién quedarse en casa mientras el adulto tiene que ir a hacer algún recado a la calle, puede acompañar a su padre o madre. Si por el contrario, el niño tiene con quién quedarse en casa mientras otro progenitor o cuidador está haciendo un recado, es preferible que éste permanezca en casa para que exista un menor riesgo de contagio.

- ¿Cuando se ponga fin al estado de alarma volverá la normalidad?

- Habrá también que preparar a los niños para ello. Ahora mismo no podemos decir cuándo será, pero sí podemos explicarles que volverán a sus tareas de siempre. Cuando eso ocurra, lo normal es que esas rabietas disminuyan progresivamente.