Se hará test a la «media docena» de vascos llegados de Mallorca

Poco a poco se desaloja el hotel de Mallorca donde estaban confinados más de 200 estudiantes como consecuencia del macrobrote de Covid-19 desatado en la isla donde celebraban el final del curso. La noche del miércoles nueve vizcaínas de Getxo regresaron a Euskadi, mientras que ayer otros 118 jóvenes de distintas comunidades que habían dado negativo en las pruebas diagnósticas, fueron evacuados en un barco burbuja fletado hasta Valencia, donde las distintas comunidades autónomas se debían hacer cargo del resto del trayecto a casa, tal como señaló el miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

No fue el caso de Euskadi, dado que no hay constancia de que viajara ningún ciudadano vasco, aunque el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, señaló ayer que carecen de «información concreta que permita identificar» a los jóvenes de los que «hablan los medios». De hecho, los cinco guipuzcoanos que el martes explicaron su caso en este periódico, permanecen en Palma. Cuatro, por haber dado positivo aunque se encuentran «bien» pese a que «se hace largo» tanto tiempo en la habitación; y el quinto amigo por ser o estrecho y, «según» le han comunicado, deberá seguir en el hotel «hasta el día 5». Otros dos vascos dieron positivo.

Pese a «desconocer su identidad», Zupiria aseguró ayer que a la «media docena de personas» llegadas al País Vasco desde Mallorca «se les hará una prueba diagnóstica». Y «en la medida» en que tengan conocimiento de nuevos estudiantes, Lakua «tomará medidas».

A su llegada, los 118 estudiantes que regresaron ayer a la Península desde Mallorca pisaron ayer Valencia el mínimo tiempo posible para realizarse un test de antígenos voluntario antes de partir hacia sus respectivas comunidades autónomas. Aunque estos alumnos dieron negativo en una primera prueba que se les realizó al abandonar el hotel, existe aún la posibilidad de que sean falsos negativos y que en realidad, estén contagiados, como ya sucedió con otros estudiantes. Los jóvenes permanecieron en una planta del barco 'Sicilia' para ellos solos, de la cual no podían salir para evitar el o en el resto de inmediaciones con otros pasajeros ajenos al macrobrote.

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