100.000 guipuzcoanos de entre 55 y 64 años aguardan hoy la decisión sobre AstraZeneca

La ministra, en una entrevista en La Sexta, anunció además que, junto a AstraZeneca, se espera que desde hoy Pfizer incremente los envíos y que, en abril, lleguen a España 4,8 millones de dosis, 1,2 millones por semana. Asimismo, aseguró que Janssen enviará desde la segunda quincena de abril a final de junio, 5,5 millones de dosis de esta fórmula (300.000 en abril, 1,3 millones en mayo y 3,9 en junio), que requiere solo de una dosis para ser efectiva. «Vamos a escalar muchísmo a partir de abril y el objetivo del 70% de inmunización está ahí», aseguró Darias. Estos envíos permitirán una vacunación masiva.

Pero antes, hoy mismo el consejo interterrotorial decidirá si amplía la vacuna de AstraZeneca a la franja de edad de 55 a 64 años.

La idea de extender a este grupo de edad la vacuna británica casa con lo que ya se barajaba hace una semana, cuando estalló la crisis de los trombos inusuales y varios países europeos, entre ellos España, decidieron suspender temporalmente la dispensación de este inmunizador hasta determinar si había relación causa-efecto entre la inyección con AstraZeneca y la aparición de episodios problemáticos de coagulación de la sangre.

Entonces las autoridades estatales ya barruntaban la conveniencia de extender hasta los 64 años la población susceptible de recibir este fármaco, al considerar que existen evidencias científicas suficientes para poder istrarlo sin riesgos entre personas de más edad. De hecho, algunos países como Francia, no solo vacunan con AstraZeneca a sus compatriotas más mayores, sino que incluso reservan para ellos este compuesto. En el país vecino, la vacuna de Oxford está especialmente destinada a mayores de 55 desde el viernes (antes era a mayores de 50).

La confianza de los científicos y las autoridades sanitarias respecto al producto choca con el recelo que ha despertado entre la población. Por ello los expertos se afanan estos días en ofrecer datos y mensajes tranquilizadores. Recuerda la comunidad científica que se han producido apenas una treintena de casos sospechosos entre más de 20 millones de dosis inoculadas. Un porcentaje mínimo, equiparable al que puede producirse con cualquier otra vacuna o medicamento, e incluso «inferior al que cabe esperar que ocurra en la población general de forma habitual», añade la Agencia Española del Medicamento (AEMPS).

Según este organismo, «solo de tromboembolismo pulmonar se estiman entre 70 y 113 casos al año por cada 100.000 personas», esto es, entre 33.200 y 53.600 episodios en España ocurridos de forma natural. Aplicando ese porcentaje a las cerca de 980.000 personas que se han vacunado con AstraZeneca, al cabo de un año habría entre 680 y 1.100 cuadros de trombos pulmonares. En el caso de la trombosis venosa, la tasa general es de entre 100 y 130 casos por cada 100.000 personas al año, con lo que entre los vacunados con AstraZeneca hasta la fecha deberían producirse entre 980 y 1.300 casos.

A nivel europeo, el comité de farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha revisado 7 casos de trombosis de senos venosos cerebrales y 18 de coagulación intravascular diseminada notificados sobre un total de 20 millones de personas vacunadas en Europa y Reino Unido. Casos que se han producido mayoritariamente en mujeres y menores de 55 años. El consenso científico determina que, o bien no tienen relación directa con la vacuna y se habrían producido en cualquier caso, o podría tratarse de respuestas anómalas particulares del organismo de la persona que se la pone, como sucede en tantos otros medicamentos o vacunas.

Es por ello que las agencias y organismos sanitarios concluyen que el beneficio de esta vacuna en la prevención del desarrollo, hospitalización y muerte por Covid es superior al posible riesgo de aparición de estos acontecimientos tromboembólicos muy poco frecuentes, por lo que han recomendado seguir dispensándola.