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J.GOÑI/E.ARANDIA
Domingo, 12 de abril 2020, 00:08
Los balcones y las terrazas son exponentes de 'vida' compartida en estos días de confinamiento. En un pueblo tan musical y jaranero, Tolosa no iba a ser una excepción, sino todo lo contrario. A la llamada colectiva al homenaje al personal sanitario, se suman otras iniciativas musicales que intentan aportar un grano de arena para hacer más llevadero el aislamiento.
En Tolosa se ha escuchado estos días música de carnaval desde muchos balcones. La pasada semana, también, un 'Ixil Ixilik' colectivo sonó al mismo tiempo con música en directo en diferentes barrios, también una interpretación colectiva del 'Galtzaundi' y hasta hubo un intento de volver a celebrar la 'Diana'. Hay quien pone música marchosa tras el aplauso comunitario, quien homenajeó a Aute el día de su fallecimiento, quien toca todos los días el txistu, el acordeón y el pandero suenan en Iurre, y hay quien celebra particulares conciertos para beneplácito de sus convecinos.
La joven tolosarra Laida Domínguez estudia en el Conservatorio Superior de Música de Pamplona. Los fines de semana de buen tiempo, en torno a las 16.00 horas, ameniza a los vecinos del barrio de Alliri con su dulce voz, interpretando con su teclado 'clavinona' canciones variadas de estilo pop. «Lo hablé con mis padres y nos pareció buena idea. Saqué a la terraza el amplificador y el micrófono para dar un concierto pequeño, de media hora, con el fin no molestar demasiado al vecindario». La gente se lo agradeció e incluso le hizo sugerencias. Laida cantó canciones de Los Beatles, de Abba, de Alejandro Sanz... Le gusta mucho componer, toca todos los estilos menos el rock, y en el futuro no descarta tampoco dar clases de música.
El conocido artista Iñigo Perurena es otro de los tolosarras que ameniza a los vecinos con su competetente versatilidad musical. Los sábados, en torno a las 18.30, desde su balcón de la calle Gudari, ofrece con su teclado amplificado con dos bafles un concierto que agradecen enormemente los residentes en la zona. «No tenía intención de empezar, pero me lo pidieron dos vecinas y la verdad es que estoy muy emocionado y agradecido por la buena aceptación que ha tenido y por los mensajes que me manda la gente». Iñigo cuenta que es «una gozada» ver que los vecinos responden de esta manera. «Si durante unos minutos puedo hacer más llevadero el confinamiento, ya merece la pena».
Iñigo ofrece un concierto variado, con canciones diversas, muy conocidas. No se olvida de homenajear al personal de las residencias Yurreamendi y Uzturre y el pasado sábado terminó con el 'Resistiré' en una particular versión 'arin arin'. En el facebook de 'Tolosarras' pueden seguirse estos conciertos en directo. Un día toca en un balcón que da a la calle Gudari y en otro en el que da hacia el río.
Amaia Lizaso y Koldo Tarragona, profesores de la Musika Eskola, escogen cada semana una partitura de una pieza musical distinta para que sea interpretada de forma colectiva cada sábado a las 17.00 horas. Cuenta Amaia que la idea surgió de los txistularis de Tolosa, quienes hace dos semanas salieron a los balcones a tocar 'Ixil ixilik'. Dada la acogida, la idea se retomó la semana pasada con la misma canción, y con una alta participación que les ha llevado a repetir la iniciativa cada semana. «Pasamos la partitura al resto de profesores de la Musika Eskola y cada uno se encarga de los arreglos de la pieza a su instrumento. Las partituras son enviadas después tanto a alumnos como a todos los músicos que conocemos. También a trabajadores y del Ayuntamiento, ya que entre ellos también hay quienes saben tocar instrumentos», ríe Lizaso. Los vídeos se han colgado en Internet y han tenido repercusión, por lo que aprovecharán las redes sociales para hacer su llamamiento. «Es una pequeña excusa para animar a la gente a practicar y tocar un poco de música en la calle. La gente acepta escuchar música también cuando sale al balcón», concluye.
La Parte Vieja es otro de los puntos musicales del mapa, donde las noches ahora son más amenas también para los vecinos de la calle Aroztegieta. Desde el cuarto día del confinamiento, a las 21.00 horas el saxofonista tolosarra Ion Arruebarrena sale a su balcón a amenizar a sus vecinos, a pesar del «vértigo que supone salir ante el silencio sepulcral de la calle», y los vecinos agradecen su presencia musical con los aplausos diarios e incluso pequeñas notas de agradecimiento. «La música nos une y como otras muchas actividades culturales ayuda a alimentar el alma y mantener la mente saludable. Escuché a los vecinos que estaban aburridos y me animé», dice. Juntos han cantado 'Zorionak zuri' con velas, y el músico interpreta una pieza conocida cada día; desde 'Cantando bajo la lluvia' al tan popular 'Bella ciao', 'Imagine', 'Hallelujah', 'Ilargia' en la noche de la 'superluna' del martes, 'Xalbadorren heriotzean' y ha homenajeado a Aute y tocado otros muchos temas que en ocasiones son entremezcladas a modo de popurrí. Mientras tanto, Marisa, una vecina del edificio de al lado, retransmite los 'conciertos' de Ion endirecto a través de las redes.
Los barrios Izaskun y Larramendi son, posiblemente, los más activos de Tolosa en desplegar iniciativas musicales. Por medio de whatsapps, los muchos vecinos que saben tocar algún instrumento comparten los llamamientos que suelen hacerse en las redes sociales e incluso se pasan las partituras. Cada semana suenan kalejiras, versiones de canciones conocidas e incluso han tocado piezas en homenaje a los fallecidos.
En el portal número 5 de Andre Maria Plaza del barrio Izaskun los vecinos salen todos los jueves y sábados a sus balcones al son de la trikitixa y el pandero, momento que aprovechan para quedarse a conversar y «tomar algo». Poco a poco irán, dicen, añadiendo más instrumentos, entre ellos un bombo. El humor es la base de todo, cuenta Ander Agirrezabala, y ya cuentan con su propia versión de 'María Jesús' cuya nueva letra hace referencia al confinamiento: «Etxezulon sartuta 20 egunean, birusak izan ziren enzerratzaileak. Saltoka eta brinkoka balkoian ertzean, aspertu zirelako etxean barruan».
Patricia Urretabizkaia nos cuenta que se han llegado a juntar muchos vecinos a la vez tocando instrumentos diversos: guitarra eléctrica, caja flamenca, dulzaina, guitarra clásica, saxofón clarinete, trombón... «Es una gozada, una ilusión para todos, un estímulo para los niños», dice. «La gente lo agradece, es emocionante. Hay muchos músicos en el barrio y aunque cada vecino sólo oye el instrumento que tiene más cercano, el espíritu de la iniciativa es el de que todos estamos participando de un concierto colectivo, bien como músicos o como oyentes».
Cuando todo pase... ¿por qué no sugerir a todos estos músicos que den un concierto abierto, en la calle... y ¡libre!? Viéndolo desde una terracita, tomando una cerveza... Todo pasará. Eutsi gogor!!!
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