La Quincena quiere ampliar su público y llega este verano como «el plan que mejor suena»

Y es que esta Quincena volverá a traer grandes clásicos imprescindibles, obras por encargo a estrenar, música coral y de órgano, talento joven, solistas estrella, grupos de cámara contemporáneos y recitales intimistas. Y todo ello en una diversidad de espacios que van desde el imponente auditorio del Kursaal al romanticismo del Palacio Miramar, y desde el costumbrista entorno de Chillida Leku a la parroquia de San Salvador de Getaria, entre tantos otros. Porque la Quincena Musical de San Sebastián, «ni son 15 días, ni es solo donostiarra». Todo un mes que llenará de música Gipuzkoa, Álava e Iparralde.

Quizá uno de sus planes imprescindibles sea el del día 18 de agosto, cuando suene sobre el escenario del Kursaal la monumental 'Octava' de Mahler. «Acabo de terminar lo más grande que he hecho hasta ahora. Imagine usted el Universo entero resonando», escribía el compositor, referente del postromanticismo, en el verano de 1906 al director de orquesta Willem Mengelberg. Su obra reunirá a más de 400 músicos provenientes de Euskadiko Orkestra, la Orquesta Sinfónica de Navarra, el Orfeón Donostiarra, el Orfeón Pamplonés, Easo Eskolania y Easo Gazte, y un importante elenco de solistas formado por el bajo Mikhail Petrenko, la mezzosoprano Justina Gringyte y la soprano donostiarra Miren Urbieta-Vega, entre otros. También conocida como la sinfonía 'de los mil', será la segunda vez que se interprete en el festival tras su estreno en 2005.

Pero el auditorio donostiarra acogerá en su programación otras piezas popularmente conocidas, «algunas que son 'apex' de la música y que podemos permitirnos poner en escena», describe el director del festival Patrick Alfaya. Una de ellas será 'El lago de los cisnes' de Tchaikovsky, clásico revisado en una «moderna versión» cuya interpretación correrá a cargo del ballet Preljocaj el 7 de agosto. Manteniéndose fiel al original, la compañía sa trasladará la historia de Odette y el príncipe Sigfrido a nuestros tiempos actuales, con efectos sonoros contemporáneos.

Otro «apex» que aproximará esta 84 edición será el de la tragedia escrita por Sófocles hace 2.500 años. El día 24 se producirá el estreno absoluto en Quincena de la ópera-oratorio 'Edipo Rey', una producción propia en versión semi-escenificada –«aunque probablemente acabe siendo escenificada al completo»– cuyo texto fue adaptado por Jean Cocteau en los años 20 y al que Stravinsky puso música. La Bilbao Orkestra Sinfonikoa y Easo Abesbatza se pondrán al servicio de la batuta de Erik Nielsen, a quienes se sumará la narración de la actriz y cantante sa Irène Jacob.

Alfaya llama la atención sobre la capacidad de la Quincena de realizar cada año obras por encargo, pues «si los festivales no crean ni estimulan su tejido cultural, pierden su sentido de ser. Por eso damos espacio a las producciones propias». En el apartado de estrenos, el director considera que «su espacio» se encuentra preferentemente en la música contemporánea, aunque la excelsa violinista Hilary Hahn hará lo propio con el 'Concierto para violín nº5, Turco' de Mozart y la obra 'Labyrinthe du temps', de la compositora uzbeka Aziza Sadikova. Lo hará como solista invitada de Die Deutsche Kammerphilarmonie Bremen, formación que repetirá en la clausura del 1 de septiembre con la obra cumbre de Haydn: la 'Missa Nelson'.

Pero, además de Hahn, volverán grandes solistas al cartel donostiarra como es el caso de la también violinista Anne-Sophie Mutter, los pianistas Grigory Sokolov y Mitsuko Uchida (único concierto en el Estado), o el joven violonchelista madrileño Pablo Ferrández, que compartirá escenario con la Rotterdam Philharmonic Orchestra en la jornada inaugural. Tan solo un día después, la formación holandesa volverá al Kursaal junto a su nuevo director Lahav Shani, el Orfeón Donostiarra y la joven mezzosoprano Carmen Artaza. «En cuanto la oyeron cantar no tuvieron dudas», cuenta el director.

«Vamos desde lo local a lo internacional y somos el festival que más talento local programa en España, pero no lo hacemos por ser de aquí: si no da la calidad no entra en cartel». La voz de la joven donostiarra no será la única representante del talento local, como tampoco del rico patrimonio vocal de Euskadi.

«El mundo coral es uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta la Quincena y eso es gracias a la amplia red de coros que hay en Euskadi –añade Alfaya–, son nuestro sello de identidad, lo que nos diferencia». Y en ese elenco aparecen grandes formaciones como el Orfeón Donostiarra, el Coro Easo, Andra Mari Abesbatza, Landarbaso Abesbatza y Vocalia Taldea.

Los ciclos especializados volverán a ofrecer propuestas para todos los gustos, desde el de órgano que presentará a 15 de los mejores intérpretes del panorama, a las cinco citas con la música antigua, los recitales de cámara y las tendencias más actuales en la música contemporánea. Tabakalera será sede de la programación de danza por tercer año consecutivo y las artes visuales y Miramar volverá a acoger a los jóvenes intérpretes alumnos de Musikene. Por su parte, la Quincena Andante llevará su oferta musical de 16 conciertos a Zumaia, Getaria, Azpeitia, Urrestilla, Orio, Iekora, Araia, Laudio, Aramaio, Valdegovía, La Puebla de Arganzón, Senpere, el Monasterio de Leire y el Santuario de Arantzazu.

La venta general de entradas para todas las representaciones arrancará mañana a partir de las 11.30 horas, y podrán adquirirse tanto a través de la web de Quincena Musical, como en las propias taquillas del Kursaal y del Teatro Victoria Eugenia.