Insultos, gritos e historias rocambolescas en el debate de 'La isla de las tentaciones'

Es hora de crear nuevos conflictos que alimenten la fama. Hay que mantenerse en el 'candelabro', que diría aquella modelo. Y acabada esta edición de 'La isla de las tentaciones' sus protagonistas echan más leña al fuego con el fin de conservar su popularidad y ganar dinerito con ello. El debate conducido por Carlos Sobera fue una clara muestra de lo podrido que está el concurso. Sus participantes saben lo que vende y se tiran a la piscina aunque no haya agua. Hasta las madres se suben al carro. La de Melyssa fue a plantarle cara a Tom. «Tú no sientes nada, eres un sinvergüenza. Has utilizado a mi hija para alcanzar la fama, pero te ha salido mal porque nadie te quiere», decía la progenitora indignada. «Nunca he sido manipulador, lo que pasa es que Melyssa nunca me dejó ser yo mismo», manifestaba el joven empresario. Y entre grito y grito se escapaba alguna sonrisa que delataba el teatro.

Finalizado el primer acto, llegó el turno de más actores. Mayka y Pablo salieron a escena y añadieron salseo. Ahora resulta que ella está conociendo a Tony Espina, el italiano que fue novio de Oriana Marzolli y Makoke, la ex de Kiko Matamoros. Otro personaje que seguro que rentabiliza el asunto. «Lo conozco de haber quedado alguna vez con él», reconocía Mayka sin revelar nada más, mejor en una exclusiva, ¿no? Y mientras, Pablo reprochaba sin muchas ganas los 'cuernos' que le había puesto y Óscar se hacía el despechado porque aseguraba que en el avión de vuelta de la isla, ella le pidió perdón a su ex y le dijo que quería volver. Todo sonaba muy forzado, la verdad.

Tercer acto: Melodie y Cristian. Aquí se montó un lío gordo porque la pareja no se aguanta, a pesar de que siguen compartiendo piso. Y de rebote, Andrea soltó que está enfadada con Cristian y Beltrán, que se había liado con otra porque pasaba por allí. Marta, que no tenía historia propia, metía baza cada vez que podía para chupar cámara. «Cristian me ha amargado la existencia desde que ha acabado el programa», relataba Melodie dolida. «Tú lo que estás haciendo es el papelón de tu vida», respondía el aludido. «No, lo que querías es volver a someterme como has hecho siempre. Supéralo de una vez», recriminaba la camarera murciana solemne. Y entonces va Tom, que no pintaba nada en la historia, pero quiso meterse, y suelta que ambos se han enrollado después del concurso. Y nuevo jaleo. Ella que no, él que sí, los colaboradores opinando sin conocimiento y más insultos. «Montajista», «sinvergüenza». Para rematar la faena, un vídeo doméstico grabado por un vecino en el que se ve a la pareja discutiendo a pleno pulmón de madrugada a las puertas de su casa. La controversia barriobajera cerró el tercer acto. Vamos a por el desenlace.

Inma y Ángel han roto, eso ya lo sabíamos, pero como su paso por el formato fue breve e insulso, parece que el dúo quiere amortizar desde fuera su historia. ¡Agárrate que hay curva! Resulta que los tortolitos, tan comedidos y respetuosos en la isla, ahora se tiran los trastos a la cabeza sin piedad. Parece ser que él se ha acostado con su vecina, que para colmo debe de ser prima de ella. No les decía que está todo más forzado que Jorge Javier Vázquez en 'Informe semanal'. Y más improperios: «Falsa», «cobarde»… En fin, que fue un alargamiento innecesario que se convirtió en una siembra. Ahora a ver quién le saca más tajada.