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Klay Thompson
NBA

Asalto al infierno del norte

Toronto Raptors recibe esta madrugada (3.00 horas, Vamos) a Golden State Warriors en el primer partido de las Finales. La defensa y la ventaja de campo de los Raptors, los antídotos para frenar a unos favoritos Warriors

Iñigo Puerta

San Sebastián

Jueves, 30 de mayo 2019, 08:09

El 49% de los torontonianos nació en otro lugar. Marc Gasol es uno más, acogido por Serge Ibaka, Sergio Scariolo y bendecido por los antiguos 'raptors' Calderón o Garbajosa, jugadores que dejaron huella en la franquicia canadiense. Juntos lograron éxitos enormes con la selección española y su legado les ha llevado hasta las finales de la NBA. Defienden su casa.

Bajo la batuta del 'coach' Nick Nurse, Scariolo ha tomado las riendas de la arquitectura ofensiva de los Raptors y ha importado el 'Spain pick and roll'. Un sistema cuya riqueza reside en sus variantes, que dan dinamismo al ataque posicional sin ser predecible. El propio Scariolo reconoció que lo implantó en 2009 en el Khimki ruso y lo trasladó a la selección. Entre 2015 y 2016, un tercio del tiempo de ataque español estaba basado en estos automatismos.

Fluir sin Kawhi

En Toronto, conseguir fluidez ofensiva ha sido clave para batir a los Bucks, pero sobre todo para descargar la dependencia en Kawhi Leonard. Su estrella lleva unos playoffs escandalosos (31,2p/8,8r) y viene de frenar a Antetokounmpo. Pura élite en ambos lados de la pista. Aún así, necesitarle era un factor negativo. El equipo ha pasado de darle la bola para que resolviese a socializarla y multiplicar sus amenazas.

Marc Gasol ha sido un catalizador de ataque y el alma defensiva. Eleva la inteligencia del equipo, ha hecho mejores a sus compañeros y ha sabido corregir sus errores. Ante los Bucks tuvo que ser más agresivo y tomó tiros triples que estaba rehusando. Emerge en los momentos calientes. Sus ayudas interiores para frenar a Antetokounmpo fueron vitales. Jugar las Finales es un premio a su carrera y Marc ha tenido un recuerdo para los compañeros con los que luchó en Memphis Grizzlies como Randoph, Conley o Allen. Antes de la cita se ha limitado a recordar que «es solo baloncesto, no hay presión. Es diversión».

Ibaka y Marc Gasol durante un partido contra los Philadelphia 76ers. EFE

Kyle Lowry es el base titular que ha ido creciendo en confianza y aportación al quinteto. Más que organizar es una punta de lanza ofensiva en el tiro, penetrando o dando velocidad en transición. Es fuerte, inteligente y buen defensor. Descargado de tareas organizativas juega cómodo con Marc.

Danny Green está siendo una de las decepciones del quinteto. Una aciaga serie en el tiro está empañando su dedicación defensiva y la experiencia de un campeón NBA. No está siendo el factor deseado para abrir la cancha. Necesita acierto.

Pascal Siakam ha revolucionado los 'scouts' rivales desde el inicio de la Liga Regular. La progresión del joven camerunés ha sido meteórica. Es un alero alto con enorme envergadura, que le permite alternar puestos de 3 y 4 con naturalidad. En defensa es inabordable. Ligero, saltarín, cuenta con dribbling y velocidad para penetrar o postear con facilidad según le convenga. Además, tira de tres con fiabilidad.

Emerge el banquillo

La evolución es continua en Toronto. Su rotación se ciñe a ocho jugadores, pero el peso del banquillo ha ido ganado enteros. Serge Ibaka es el refresco interior, que puede dar relevo a Siakam como 4 o ser el 5 de referencia para jugar con quintetos pequeños. Su movilidad, versatilidad e intimidación le convierten en un bastión. En ataque, su juego por encima del aro y el lanzamiento de media y larga distancia le hacen vital. Imprime mucha energía.

Norman Powell ha sido uno de los revulsivos en las 4 victorias consecutivas sobre los Bucks. Como escolta ha aportado físico, defensa, penetraciones y tiro fiable incluso tras bote. Una descarga que ha compensado el bajón de Green.

El base Fred VanVleet ha sufrido una metamorfosis tras el nacimiento de su primer hijo en mitad de las Finales del Este. Tras arrastrar unos playoffs decepcionantes ha explotado con un 12 de 15 en triples en sus dos últimas actuaciones. En la cancha es el base más puro del equipo y puede convivir con Lowry. En su despertar ha demostrado una actitud gélida en momentos comprometidos. Llega caliente.

Defensa contra dinamismo

Los Raptors saben que el 100% de sus posibilidades para ganar el título nacen en la defensa. Se enfrentan a un ataque donde sus protagonistas pasan y cortan sin descanso. Una actividad frenética que tras bloqueos busca la salida de sus tiradores de élite. Klay Thompson, Curry o Durant necesitan un metro de ventaja para tirar con acierto. Sus bloqueadores continúan de forma sistemática. Abren mucho la pista. Los Raptors tratarán de elevar al máximo la concentración en los cambios defensivos y se ayudarán en los emparejamientos críticos. De hecho, Marc Gasol puede ser un juguete en manos de un pequeño incontenible como Stephen Curry. El base de los de Oakland es el enemigo a vigilar. Sin Kevin Durant, al menos en el primer partido, y con Cousins como duda, se ha convertido en la referencia ofensiva de los Warriors.

Los Raptors lo saben y llevarán el o físico al límite de la falta para que no pueda sentirse cómodo. El foco ofensivo a parar no es el único. Klay Thompson no necesita el balón para anotar con facilidad y Draymond Green impone ritmo y distribuye la bola. Asfixiar al límite su espacio para la toma de decisiones es una opción. La otra es flotarle, ya que su tiro de tres no es el más fiable de los Warriors.

Una maquinaria perfecta

El equipo dirigido por Steve Kerr domina la NBA por su excelso juego coral. Nadie iguala el trabajo invertido en unas dinámicas que alcanzan la velocidad de un videojuego. Si ver su ataque es divertido, disfrutar cuando defienden al máximo es otro espectáculo. Llegan a cualquier cuadrante del perímetro a la velocidad de la luz. Si hay un desborde, el 'stopper' primario es Draymond Green, cuyas recuperaciones defensivas son explosivas. Es el alma de su arquitectura atrás y el líder emocional del grupo. Todos siguen su dictado. Su impacto general en el juego abarca todas las áreas. Aporta donde su equipo lo necesita. Controla los potenciómetros. Decide cuando correr o subir el nivel. El tempo nace en sus entrañas.

Los Warriors buscarán llevar los partidos a muchas posesiones. Romper en velocidad, machacarlos en transición. Si consiguen ventajas tempraneras son temibles. Si sus tiradores tienen margen y confianza, son imparables. Sus inicios en el tercer cuarto, demoledores. En defensa buscarán el mismo estado de descontrol para el rival. Si los Raptors entran en su dinámica, saldrán agujereados. Los Raptors son un buen equipo en transición, pero dominar el partido dependerá de la frialdad para llevarlos al cuerpo a cuerpo.

Reparto de tareas

Los problemas físicos ya son menores tras el descanso que han tenido los californianos. El sobreesfuerzo de sus ases se pagó con lesiones. Kerr tuvo que tirar de los no habituales y la redistribución de roles ha sido exquisita. En su plana mayor, Curry desborda, Klay ejecuta y Draymond controla. A falta del dominio ofensivo de Durant o la presencia interior de Cousins, otros han ocupado sus papeles. Iguodala es su mejor comodín. Utilizado como defensor especialista, no se arruga si es necesario anotar. Se integra dentro del 'quinteto de la muerte', siempre productivo. Se las verá con Kawhi. El poste Kevon Looney y el ala McKinnie fueron fundamentales en las Finales del Oeste, adquiriendo responsabilidad ofensiva. McKinnie, tras no ser drafteado y emigrar a Luxemburgo y México, tuvo que pagar de su bolsillo 175$ para participar en un 'Trial' en la liga de desarrollo de la NBA (G League). Un escaparate donde logró atención y los Raptors le dieron su primera oportunidad. Cosas del destino, ahora es rival.

Stephen Curry. EFE

El banquillo 'warrior' se completa con Jonas Jerebko, un alero sueco-americano intenso y polivalente. Quinn Cook, un base que aprende en cada entrenamiento de un astro como Curry. Shaun Livingston, otro base (2,00m) sin tiro de tres que siempre aporta. Jordan Bell, un alero poderoso con gran capacidad para cambiar en defensa y parar a jugadores más pequeños. También recuperaron a Andrew Bogut tras un año en su Australia natal donde fue MVP. Piezas que conocen el funcionamiento del equipo a la perfección, listos para rendir.

Los Warriors buscan perpetuar una dinastía, el tercer anillo consecutivo. Los Raptors persiguen la gloria sin ninguna presión. La ausencia de Durant y Cousins no ha sido un factor determinante para bajar el rendimiento de los californianos pero en Toronto saben que sin ellos tendrán muchas menos preocupaciones. Es una oportunidad única y actúan en casa. Les darán la bienvenida enseñando los dientes al mejor ataque del mundo. Disfruten.

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