222 millones de euros Vs 7.000 euros

Esos 222 millones de euros que el Barcelona ha recibido por un jugador son un buen ejemplo de las cifras que maneja el llamado ‘deporte rey’ y el abismo que tiene la economía del fútbol de élite -televisiones mediante- con el resto de disciplinas deportivas, por mucha medalla olímpica que luego se logre en waterpolo o en balonmano.

Porque el traspaso de Neymar, uno de los mejores jugadores del mundo, coincidió con otro fichaje entre clubes, pero esta vez de otro deporte que no pasa por los mejores momentos, económicamente hablando. Este verano también se conoció una de las incorporaciones estrella del Bidasoa-Irun de balonmano para la próxima temporada. Es nada más y nada menos que Xoan Ledo, el mejor portero del mundo en categoría junior. Y el club irundarra ha tenido que hacer un esfuerzo para poder traerlo a Irun, procedente del Villa de Aranda. Previa negociación, pagó una cláusula al club de origen que rondó los 7.000 euros. Una cifra a una galaxia de distancia de los 222 millones que pagó el PSG por Neymar.

A pesar del abismo entre las cifras, probablemente esos 7.000 euros han supuesto un esfuerzo mayor para el Bidasoa que los 222 millones para el PSG. El equipo francés tiene a sus espaldas el abrigo de los jeques qataríes y de las televisiones del fútbol. Los de Irun no andan sobrados de dinero, pero tampoco tienen deudas. Cuentan con una afición envidiable y, algo que no puede decir el PSG: el Bidasoa es campeón de Europa. Ahí es nada.