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Parque eólico Pier II, inaugurado esta semana por Iberdrola en México.

Latinoamérica, una oportunidad para Iberdrola

Los países de la zona cuentan con recursos eólicos y solares superiores a la media mundial, por lo que la eléctrica vasca espera que la región multiplique por cuatro su nivel de capacidad en eólica hasta el año 2020

maría gómez silva

Jueves, 26 de noviembre 2015, 17:21

América Latina vivirá un crecimiento anual de la energía eléctrica tres veces superior al que se estima para el de los países de la OCDE, según la Agencia Internacional de la Energía. Pero, además, se prevé que la región multiplique por cuatro su capacidad eólica de cara al año 2020. Hasta 2040 se esperan inversiones por 1,1 billones de dólares, de los que el 40 por ciento serán para la generación renovable, más de 4,5 veces lo que se destine a generación convencional. Por estos motivos, "América Latina puede jugar un papel importante en la electricidad y, dentro de ella, en las renovables", según dijo Xabier Viteri, director de negocios renovables de Iberdrola durante una charla que mantuvo en el foro Latibex con el director de esta revista, Alejandro Ramírez.

Viteri contó que América Latina presenta dos particularidades que pueden permitir el desarrollo de una potente industria de energías renovables. Para empezar, "la calidad del recurso", pues "América Latina tiene unos factores de capacidad muy superiores a los que hay en el mundo". En concreto, este factor se acerca al 40 respecto al 30 de la media mundial en energía eólica -Brasil se acerca a los 50-; mientras que se sitúa en valores cercanos al 20 en energía fotovoltaica, en comparación con el 17 de la media mundial, relató.

La segunda cuestión que podría favorecer el desarrollo de las renovables en esta región del mundo es la importante presencia de la energía hidráulica en el mix de generación eléctrico, una energía renovab (aunque tradicional) que tiene una "clara correlación negativa con el viento". Debido a esto, muchos países podrían optar por impulsar la energía eólica para compensar la caída estacional de la producción hidráulica. En ese sentido, ¿podríamos estar hablando de la Arabia Saudí de las renovables?, preguntó Alejandro Ramírez a Viteri, durante la conferencia. "Está previsto que sea una zona de grandes oportunidades, pero veremos cómo se desarrolla", dijo Viteri, quien ofreció algunas cifras para poner en contexto esta cuestión.

Poca fotovoltaica instalada

Actualmente, Latinoamérica sólo tiene el 2 por ciento del total de la capacidad instalada del mundo en energía eólica (según cifras a cierre de 2014), no mucho más que un tercio de la capacidad total en España, aunque se prevé que este porcentaje se multiplique por cuatro de cara al año 2020. Asimismo, la energía fotovoltaica es aún testimonial en Latinoamérica, con tan sólo el 0,3 por ciento de toda la capacidad mundial instalada, si bien está previsto que se multiplique por diez en los próximos tres años.

No obstante, el desarrollo de la industria renovable en Latinoamérica también tiene sus riesgos, como los relacionados con la política, teniendo en cuenta que la generación de electricidad suele ser un mercado regulado. En ese sentido, Viteri recuerda la importancia de contar con un marco estable y unos precios predeterminados para garantizar la rentabilidad de las inversiones de la empresa. "No podemos olvidar el perfil del coste de generación de la energía eléctrica de origen renovable. Es una actividad intensiva en capital y con un coste variable muy bajo que requiere, sin duda, unas señales de precios estables y predecibles que un mercado variable no ofrece, incluso aunque se trate de una fuente competitiva". Por eso, "se requiere un plazo temporal muy amplio para obtener la rentabilidad razonable que necesita el inversor", dijo Viteri, quien recordó la negativa experiencia que Iberdrola ha tenido en España, donde se han dado "fallos regulatorios" que "han hecho que se instale demasiada capacidad a un coste muy alto".

"Cuando estás invirtiendo en eólica o fotovoltaica, el 70 por ciento del coste es la inversión inicial. Por lo tanto, hace falta la estabilidad de precio para recuperarla», insistió Viteri. En ese sentido, el directivo puso el ejemplo de Brasil, un país que «lo está haciendo francamente bien" a ese respecto, gracias a unos "sistemas de subastas claras y transparentes, que han conseguido una asignación de capacidad muy positiva y a unos costes muy bajos", según él. "En Brasil sabemos las normas que hay y son francamente positivas. Hay tamaño y un buen sistema regulatorio y por eso estamos ahí. Y para el año 2023 se quiere pasar del 4 por ciento de renovables hasta el12 por ciento", dijo. Esa estabilidad y predictibilidad en los ingresos son, junto a la capacidad de adquirir tamaño, los que han hecho que Iberdrola se haya decantado por estar en Brasil y también México, frente a otros países de la región que, por el momento, descarta.

Adquirir tamaño, la clave

"En aquel sitio donde vas a estar, tienes que tener un cierto tamaño para poder aprovechar sinergias y hacer las cosas de manera eficiente. Eso nos ha hecho que estemos en cinco áreas: España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y México. Si no estamos en más países es más por esta percepción de que queremos centrarnos en países en los que podamos tener escalas", explicó. En Brasil, Iberdrola es la primera empresa de distribución en cuanto a número de clientes. Por su parte, la eléctrica española es el primer productor independiente de electricidad en México.

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