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La Fiscalía ha mantenido su petición de 10 años de cárcel para el acusado de violar a una menor de 13 años en una localidad ... de Urola Kosta. En la tercera y última sesión del juicio celebrada este miércoles en la Audiencia de Gipuzkoa, una vez recogidas todas las pruebas testificales, el Ministerio Público consideró «probados» los hechos y aseguró que la víctima ha mantenido el mismo discurso, «creíble y sin contradicciones», a lo largo de todo el proceso judicial. «Precisamente al contrario que el procesado», cuya declaración, aseveró, «ha sido confusa y ha ido variando. Ha mentido según sus propios intereses», recalcó en varias ocasiones la fiscal encargada del caso. «En un primer momento le dijo a su amigo que la había cagado por mantener relaciones sexuales con una menor y poco después, el día de su detención, comentó a los ertzainas que sabía el motivo por el que estaban ahí». Sin embargo, continuó, «en su comparecencia en la sala ha negado siempre que tuviera sexo con la menor y ha insistido en que él no quería nada pese a que ella le insistía». Por su parte, la defensa del imputado pidió la absolución de su cliente, un varón de 26 años, al considerar que no hay pruebas suficientes para condenarle como autor de un delito de agresión sexual.
Según el Ministerio Público, la madrugada del 23 de enero de 2022, acusado y víctima se conocieron en un bar de una localidad de Urola Kosta y, tras abandonar el local y pasar un rato en un campo de fútbol «escuchando música», ambos se dirigieron a casa del varón. Allí, con intención de «satisfacer sus más reprobables instintos sexuales», comenzó a realizarle tocamientos, «pese a la negativa expresamente manifestada» por la menor en «varias ocasiones». Seguidamente, le quitó la ropa para «masturbarla y penetrarla en tres ocasiones» en un lapso de dos horas, «sin emplear preservativo». A la mañana siguiente, explica la Fiscalía, la joven de 13 años le contó a una amiga lo sucedido y le pidió que le comprase la píldora del día después.
En los análisis forenses se encontraron seis muestras de ADN en la ropa interior de la víctima, de las cuales cinco coinciden con el del procesado. «Había restos tanto en la parte interna como externa», reconocieron las expertas, si bien no se encontraron muestras de semen ni de ADN del varón en el interior del cuerpo de la menor. Esa circunstancia es la que utilizó la defensa del hombre para pedir su absolución. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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