«La lluvia no nos ha arruinado los planes»

Desde primera hora de la mañana, el malecón de Zarautz ha sido este sábado un ir y venir de paseantes venidos desde puntos tan dispares como Madrid, Cataluña, Oviedo, Italia o Suiza. Unos atraídos por la gastronomía o la naturaleza, otros por el surf, como los italianos Luca, Andrea y sco, recién llegados desde Roma al municipio costero después de 20 horas de viaje en coche. Tras dejar las mochilas en el alojamiento, lo primero que hicieron fue acercarse a la playa para ver el estado del mar. «Hay pocas olas, quizá mañana esté mejor», comentaba sco, que visita Gipuzkoa por primera vez. Cuenta que se quedarán una semana, y el plan es visitar los municipios del litoral para disfrutar de su deporte favorito. «Nos iremos moviendo, visitaremos también a San Sebastián, nos atrae mucho el mar, la costa, el paisaje... El plan es hacer surf. El tiempo no es lo más importante, con tal de que haya olas... », detalla Andrea, que también dedica una mención especial a la gastronomía. Porque nunca se descubre un destino al 100% si no se disfruta de su mesa. «La comida es muy buena, sobre todo la tortilla de patata y los pintxos». Después de acomodarse en el hostal, la idea es unirse a las decenas de surfistas que ayer esperaban a cabalgar las mejores olas.

Nadie parecía dispuesto a renunciar a sus planes a pesar de que el cielo no trajese buenas noticias. A la familia Vigil Escalera, el tiempo no les pilló por sorpresa. «Veníamos preparados con ropa de lluvia. Siendo de Asturias, sabemos lo que hay en el norte. Pero esto merece la pena incluso lloviendo, es precioso», afirman José y Elena, de visita con sus hijos pequeños, Lucas y Elena. «Llegamos el jueves con un intercambio de casas; en la nuestra está ahora una familia de Zarautz. De momento hemos visitado Hossegor, Biarritz y San Juan de Luz y por la tarde tenemos pensado ir a Chillida Leku, dependemos un poco del tiempo, aunque está respetando bastante».

Los madrileños Paco y María, caminaban con sus hijos Sergio y Mónica por el paseo marítimo antes de dirigirse hasta Getaria andando. Llegaron el jueves a Antzuola, donde se alojan estos días, y la primera impresión ha sido «muy buena». «Conocíamos la zona de Bizkaia pero en Gipuzkoa no habíamos estado todavía. Lo hemos hecho al revés...», bromeaba María, mientras disfrutaba de un paisaje que «nos tiene enamorados. Todos estos verdes, la playa...».

Tras visitar hoy San Sebastián, la playa de La Concha y el monte Urgull, su primera vez en el territorio les está dejando el suficiente buen sabor de boca como para repetir. «Volveremos seguro. Las vistas son muy bonitas. Yo si pudiera me quedaría aquí a vivir. A mí Madrid no me gusta nada, soy una madrileña que quiere huir al norte, o donde me acojan», añade Mónica, que desde el principio tenía claro el destino para pasar las vacaciones de Semana Santa. Lo que no tienen tan claro es dónde comer y piden sugerencias. «Ya que estamos aquí, a mí me gustaría ir al restaurante de Arguiñano», indica María, fiel seguidora.

Y mientras unos caminaban al aire libre, museos. iglesias y edificios emblemáticos guipuzcoanos ofrecían refugio ante las inclemencias meteorológicas. Otros, directamente, optaron por pasar la tarde bajo techo en el apartamento. «Vamos a ir a una juguetería a comprar varios juegos de mesa porque con este tiempo... Igual después salimos a jugar al frontón», comenta Gorka González, que llegó hace cuatro días desde Madrid con su pareja, Cristina, y sus tres hijos, Amaia, Iñigo y Sol. Llevan años veraneando en Zarautz, «tenemos casa aquí. Nos encanta esto».

Una Semana Santa tardía y con poca estabilidad meteorológica suele traducirse en tasas de ocupación a la baja, sin embargo, por el trasiego de turistas y maletas, la sensación era otra. A Martín Turkin poco le importó la lluvia para disfrutar con sus dos hijas pequeñas en la arena. Lleva dos días en Zarautz tras recorrer más de 1.000 kilómetros por carretera desde Suiza pero no es la primera vez que visita la localidad. Explica que lleva viniendo «muchos años» atraído por el «surf, la gastronomía y la naturaleza. Me gusta mucho esta cultura y la gente de aquí». Como el resto de turistas, vuelve a emplear el mismo calificativo para describir el entorno: 'So beautiful'.