Kote Cabezudo: «No tengo intención de escaparme a ningún lado»

Cabezudo permanece en el penal de Martutene cumpliendo dos condenas de 5 y 7 meses que comenzaron a computar en marzo de este año. Además, fue condenado en junio a 28 años y 2 meses de prisión por la causa principal. Sentencia que no es firme, ya que ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo. Mientras se resuelve, el fotógrafo no puede comenzar a cumplir dicha pena y debe establecerse en qué régimen queda provisionalmente. El 4 de mayo cumplió el plazo máximo de prisión preventiva, que es de 4 años, y la Audiencia de Gipuzkoa acordó su libertad provisional. A efectos prácticos, seguía en prisión, pero por las otras condenas.

Así, el 12 de septiembre de este año la acusación particular que representa a las víctimas solicitó la prórroga de la prisión provisional en el máximo de tiempo que prevé la ley para las personas condenadas pero sin sentencia firme, que es de la mitad del tiempo de condena. En el caso de Cabezudo, por ley solo puede cumplir 20 de los 28 años impuestos, por lo que la prisión preventiva se puede extender a los 10 años. Como ya ha cumplido 4, la extensión sería hasta 2028, si es que el Tribunal Supremo no se pronuncia antes.

La vista para que las partes expusieran sus argumentos se ha celebrado esta mañana en la Audiencia de Gipuzkoa en presencia del fotógrafo, que ha tomado la palabra al final de la misma para comenzar diciendo que su «empatía con todas las denunciantes es total. Nunca he ejercido contra nadie que ha estado trabajando tantos días, meses, conmigo», ha señalado. En una intervención de casi diez minutos, el encausado ha expuesto las razones por las que considera que no debe extenderse la prisión provisional. «Jamás se me ha pasado por la cabeza irme a cualquier país, no tengo intención de escaparme a ningún lado», ha señalado sobre las afirmaciones de las acusaciones de que existe riesgo de fuga.

«Mi vida familiar es muy importante con 74 años», ha continuado, «tengo una hija de 10 años y su educación depende de mí y la hago por teléfono» desde la cárcel. «Si la intención es que siga en la cárcel hasta los 81, 85 o 89 años o hasta el fin de mis días, por lo menos le veré cada 15 días en el vis a vis», ha señalado.

Respecto al otro argumento de las acusaciones, que aseguran que existe riesgo de que en libertad pueda volver a difundir imágenes de las víctimas a través de Internet, Cabezudo ha dicho que «negué, negaré y niego» ser responsable de esa difusión, «no tengo escondido ningún ordenador» y «encantado hubiese eliminado las imágenes, saben ustedes que lo he intentado». En este sentido, ha aseverado que interpuso una denuncia en Madrid contra los presuntos autores de la difusión de las imágenes de las denunciantes que no se ha resuelto. «Espero que se acabe sabiendo quiénes son los que han subido las imágenes incluso cuando yo estaba en prisión», ha dicho.

Cabezudo tiene otros dos juicios pendientes en los próximos meses, uno en octubre por un delito de desobediencia a la autoridad judicial, y otro en diciembre por un delito de falsedad documental. Delitos por los que ya ha sido condenado anteriormente. En total, pesan sobre él seis condenas, la de la causa principal, y otras cinco por obstrucción a la justicia, desobediencia o aportación de documento falso.