El conductor que llevó su autobús hasta la mujer que perdió su cartera: «Ojalá todos fueran como Fran»

Las historias poco agradables con finales infelices abundan estos días, pero, aunque sea algo inusual, también hay historias bonitas con finales felices que merecen ser contadas y la de Fran Andrino y Mercedes es una de ellas. La vida decidió unir a estas dos personas en la línea 18 de Dbus, y todo gracias a haber olvidado una cartera. «Esta semana me he encontrado ya tres carteras, una por día», bromeaba Fran Andrino, quien es conductor de Dbus desde hace más de 17 años. «Suelo conducir los autobuses de todas las rutas, pero en esta ocasión iba en la línea 18 cuando Mercedes subió con su hijo», cuenta el errenteriarra de 50 años. «Normalmente vas concentrado conduciendo, pero de vez en cuando te fijas en los pasajeros que suben y bajan y vi que Mercedes iba jugando con el niño y me llamó la atención. El niño era majísimo y lo saludé y jugué con él un rato», relata.

«Mi susto fue cuando un pasajero me entregó una cartera y vi que contenía la foto del niño con el que había estado jugando. Solo podía pensar en la angustia que debía estar pasando la madre y no dudé ni un segundo, sabía que tenía que devolverla como fuera», narra el chófer. Fue entonces cuando empezó la odisea de Fran para poder encontrar a la dueña y devolverle su cartera, que contenía casi 500 euros en su interior.

«Vi el nombre de su documento de identificación y la busqué en internet, pero no la encontré. Aunque lo primero que hice fue llamar por teléfono a la central por si esa persona llamaba», explica Fran, que recalca que existe un protocolo para este tipo de casos. «Cuando se pierde algún objeto hay que notificar a la central y luego se lleva el móvil, cartera o lo que sea, a los objetos perdidos de los servicios municipales, pero como había estado hablando con ella, me dije que tenía que arla cuanto antes, ya que seguramente estuviese pasando un mal rato y quería quitarle ese mal trago».

«Se me ocurrió buscar su nombre en internet y encontré una página donde salían sus datos y un número de teléfono. Le llamé, le dejé mensajes diciéndole que no se preocupara y le mandé fotos de la cartera, pero no me respondió. De pronto se me ocurrió buscar la dirección en donde vivía en la documentación y vi que me pillaba de camino a las cocheras y pensé que al terminar el turno podía ir a su casa y llevarle la cartera en persona», relata. «Fue una locura, eran las 22.45 de la noche y dejé el autobús aparcado fuera de su casa. Me abrió la puerta su esposo bastante sorprendido y, no me extraña, imagínate que un chófer de autobús te toque el telefonillo de tu casa a esas horas para devolverte una cartera», cuenta entre risas.

«El marido de Mercedes me agradeció y hasta me invitó a subir a su casa a cenar empanadas argentinas, pero le dije que no, que no pasaba nada y que lo hacía porque me pillaba de paso y porque quería ayudar», ite.

La otra versión de la historia la cuenta Mercedes, la usuaria de Dbus que extravió la cartera y que «casi nunca» suele subir en esa línea de autobús. «Ha sido una cosa rarísima porque yo nunca suelo pillar ese autobús. Tuve una reunión en el trabajo y una amiga me hizo el favor de recoger al niño en la guardería. Fui a buscarlo a casa de mi amiga y ya íbamos de regreso a casa cuando Fran fue muy amable con nosotros y estuvo un rato jugando con el niño», explica.

Pero la historia se torna todavía más sorprendente, porque Mercedes ite «no haberse ni enterado» de que había perdido la cartera hasta que Fran se la llevó a casa. «Lo más increíble es que ni me había dado cuenta de que había perdido la cartera, voy tan despistada y distraída con el niño que no sabía que se me había caído. Cuando mi marido me dijo que un chófer de Dbus había venido a devolvérmela con todos los documentos y el dinero que tenía no me lo podía creer. Me sentí muy agradecida», confiesa.

«Me puse en o con él porque quería hacerle un regalo, ya que si no hubiese tenido ese buen gesto, ahora estuviese desesperada haciendo trámites para sacar un nuevo documento de identificación y cancelando las tarjetas y llamando al banco», confiesa a este periódico mientras el pequeño y animado Lorenzo juega cerca de la parada de la línea 18 de Dbus, en donde ambos han quedado con Fran para saludarle y darle un regalo.

«He quedado con Fran a las 18.30 horas. Le mandé un mensaje diciéndole que no sabía qué recorrido hacía habitualmente o como dar con él para entregarle un regalo y que esperaba que no se lo tomase a mal, pero que insistía, ya que mi familia y yo estamos muy agradecidos y me dijo de vernos ahora», explica. A las 18.30 Fran apareció puntual y Mercedes pudo entregarle un vino y unos alfajores, un tipo de dulce típico de Argentina. «Llevan dulce de leche, espero que te gusten. Estoy muy agradecida, ojalá todas las personas fuesen como tú», le decía antes de entrar a un bar para tomarse un café.

• Temas
• Dbus