Tres víctimas de Cabezudo denuncian la difusión de sus desnudos sin autorización

La primera de las víctimas realizó una sesión fotográfica con el acusado en 2007, cuando tenía 18 años. Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía de Gipuzkoa, Cabezudo «no informándola lo suficiente de lo que perseguía, le hizo firmar un contrato para compartir las fotografías, en las que aparecía desnuda y con exposición de sus partes más íntimas», en páginas en las que se ofrecía material pornográfico, previo pago. Fueron un total de 14 'sets' de fotografías y vídeos, en los que la denunciante asegura que el acusado le dijo que en las fotos en las que aparecían sus partes íntimas «no se veía nada».

Las webs en las que aparecieron dichas imágenes, tal y como reconoció el acusado, estaban registradas a su nombre y eran istradas bajo su supervisión. Asimismo, la perjudicada había pactado con Cabezudo que, en caso de que se publicara alguna imagen suya, lo hiciese con un alias. El fotógrafo dijo en su declaración que le había dicho que podía utilizar su nombre real o su alias indistintamente.

El fiscal señala que en el año 2010, cuando la modelo apareció en la portada de la revista Interviú, Cabezudo eliminó su alias e hizo constar el nombre real de la mujer en las páginas web. Así, en 2011 la denunciante recompró sus derechos de imagen, pero el fiscal asegura que en 2013 aparecían imágenes de ella en el Facebook del encausado, anunciando la posibilidad de descargar sets completos de fotografías en su web. El fiscal asegura que «el procesado buscaba y obtenía un beneficio económico con la difusión de estas imágenes», asegura el escrito del Ministerio Público, que considera que estos hechos son constitutivos de un delito contra la intimidad y otro continuado de estafa.

La segunda víctima en declarar ayer realizó varias sesiones de fotos con Kote Cabezudo en 2012. En el escrito fiscal describe el mismo proceder que en el de la primera denunciante, en el que firmó un contrato «aparentemente inocuo» para después compartir las fotografías en las que aparecía «desnuda y con exposición de sus partes más íntimas» en webs porno de pago. El fiscal sostiene que el fotógrafo publicaba en sus páginas web fotografías de esta joven «con datos de identificación falsos sin que ella lo hubiese autorizado». Además, aunque la mujer recompró sus derechos de imagen, sus fotos seguían apareciendo en diversas webs. La Fiscalía considera, al igual que en el primer caso, que estos hechos son constitutivos de un delito contra la intimidad y otro continuado de estafa.

La tercera víctima en declarar este jueves tenía 16 años cuando en 2003 realizó varias sesiones de fotos con el encausado. En ellas aparecía como las anteriores denunciantes desnudas y exponiendo sus partes íntimas. Esas imágenes fueron publicadas, según la Fiscalía, en webs donde se ofrecía pornografía previo pago, gestionadas por Cabezudo, y en otras páginas «donde hasta 2014 continuaron alojadas». Además, el Ministerio Público sostiene que el fotógrafo modificó el pseudónimo con el que aparecían las fotos de la menor en sus webs por su nombre real, «sin autorización de ningún tipo». Por ello considera que contra esta víctima se cometió un delito contra la intimidad y otro de corrupción de menores en su modalidad de elaborar y facilitar material pornográfico.

El juicio continuará el próximo lunes con la declaración de más víctimas, cuyo testimonio sí se podrá escuchar.