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A. V.
Lunes, 17 de octubre 2022, 07:33
Al final del verano, podemos encontrarnos con repentinas tormentas torrenciales que pueden convertir instantáneamente algunos tramos de carretera en zonas de alto riesgo con peligro de aquaplaning. Hay que comprobar el estado de los neumáticos antes de cada viaje, mantener una presión suficiente y asegurarse de que la profundidad de la banda de rodadura es de al menos 4 mm para garantizar la seguridad en la conducción.
Consultemos el parte meteorológico antes de conducir para prever las situaciones de peligro, como chaparrones o tormentas eléctricas. No es conveniente circular por las roderas de la carretera cuando llueve.
Y, por supuesto, conviene reducir la velocidad en al menos 20 km por hora durante lluvias y chaparrones, mantener una distancia suficiente con los vehículos de delante. Si se produce el aquaplaning, mantengamos la calma, levantemos el pie del acelerador y dejemos que el coche reduzca la velocidad hasta que volvamos a sentir el o entre los neumáticos y la carretera, manteniendo el sentido de la marcha.
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