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OCTAVIO IGEA
Ermua
Viernes, 28 de febrero 2020, 20:15
Si no fuera por el gesto cariacontecido que algunos dirigentes del PP vasco siguen sin poder ocultar, cualquiera diría que los populares viven días ... tranquilos. Como si la dimisión de Alfonso Alonso fuera ya un suceso bien lejano pese a que se registró el pasado lunes tras 48 horas de enfrentamiento con la dirección nacional. Para Génova desde luego es un caso cerrado. Así lo demostró este viernes Pablo Casado en la visita que realizó a Ermua y Zaldibar para acompañar a Carlos Iturgaiz en su primer acto como candidato a lehendakari. Casado no se acordó de Alfonso Alonso, pero cargó contra el PNV por su «mala gestión» y el PSOE por su acercamiento al independentismo. Un anticipo de la estrategia que los populares van a seguir en la carrera hacia las elecciones vascas del 5-A.
El presidente del PP, Pablo Casado, tenía previsto visitar la zona el viernes de la semana pasada, pero la rebelión de la dirección vasca tras haber sido excluida de la negociación del pacto de coalición con Cs -crisis que Génova atajó apartando a Alfonso Alonso de la campaña electoral y forzándole a dimitir- le llevó a retrasar el acto.
Este viernes, en un intento por demostrar que las aguas han vuelto a su cauce y llamando a la unión interna entorno al emblema que supone el recuerdo a Miguel Ángel Blanco, Casado arropó a Carlos Iturgaiz y puso «a todo el PP a su servicio». «Te vamos a exprimir», respondió el candidato, lo que augura una constante presencia de la cúpula popular en Euskadi las semanas previas al 5-A. Este viernes celebraron un encuentro con la prensa, sin aceptar preguntas en Ermua y después mantuvieron un encuentro con los padres de uno de los colegios ubicados en el entorno del vertedero derrumbado.
La formación conservadora tiene clara ya la línea a seguir para intentar mantener su representación en el Parlamento Vasco -9 escaños- pese a que las encuestas auguran un descenso de apoyos. Para empezar, Pablo Casado defendió la coalición PP+Cs como un «frente común» y la «única alternativa» al «nacionalismo sectario y supremacista» que, a su juicio, representa el PNV y su hegemonía en las instituciones de Euskadi. Como hiciera el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, el pasado domingo, el líder popular situó fuera de la centralidad y del constitucionalismo a Pedro Sánchez por abrir las conversaciones con el Gobierno Vasco para traspasar la gestión de prisiones y la tesorería de la Seguridad Social; con EH Bildu para aprobar los Presupuestos de Navarra y aprobar el techo de gasto en el Congreso, y con los independentistas catalanes en la mesa de diálogo pactada con ERC.
Aunque la mayoría de los dardos de Casado fueron contra Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar y el PNV. El presidente popular llamó a «romper tópicos» asegurando que de oasis vasco no hay nada. Que «la supuesta honradez del PNV no existe», advirtió recordando el caso De Miguel y las supuestas adjudicaciones irregularidades del Instituto de la Memoria, dependiente del Gobierno autonómico, a un entramado de empresas que lidera un exalto cargo jeltzale.
También reprochó el mal hacer del Ejecutivo en la crisis del vertedero de Zaldibar. «Si hubiera pasado en Galicia o Murcia ellos hubieran pedido la dimisión del presidente autonómico, pero aquí siguen creyendo que tienen superioridad moral».
El PP también se va a oponer radicalmente durante la campaña al traspaso de la gestión de las cárceles y de la tesorería de la Seguridad Social que negocian Madrid y Vitoria. «Lucharemos por la unidad de España y contra aquellos que quieren destrozar nuestro país», dijo Iturgaiz en su primer acto de precampaña. Antes confirmó que, por su parte, las rencillas que han estado a punto de dinamitar el PP vasco ya son pasado. «La complicidad es total», remachó el candidato de los populares vascos.
Génova sigue perfilando las listas electorales del PP vasco para las elecciones autonómicas del 5-A y las conversaciones sobre las planchas monopolizan ahora mismo el día a día en el PP vasco.
La primera ficha a colocar en el tablero es precisamente la del candidato a lehendakari. Carlos Iturgaiz es vizcaíno, pero Génova se ha llegado a plantear situarlo a la cabeza de la lista en Álava para otorgar el primer puesto de Bizkaia a Raquel González. Aunque Iturgaiz ya reconoció públicamente que él mismo encabezará la candidatura por Bizkaia. Además, el PP alavés exige que el cabeza de lista en el territorio sea uno de sus , lo contrario podría generar tensiones. Aunque el elegido podría ser Carmelo Barrio, también suena el exdelegado del Gobierno Carlos Urquijo. El agujero lo tienen los populares en la plancha de Gipuzkoa. Íñigo Arcauz no concurrirá el 5-A. Tampoco Borja Corominas, sustituto de Borja Sémper como portavoz en Donostia.
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Casado, con la imagen de Miguel Ángel Blanco detrás, con el PP vasco. e. p.
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El candidato popular asegura que la complicidad con Génova es «total» y expresó a Casado su «gratitud»
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El PP utilizará el caso De Miguel y los contratos de Gogora para cuestionar la honradez del PNV
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