«Es triste que, tras tanto luchar, 25 años se vayan por el desagüe»

De Iturgaiz, que fue compañero «de trincheras en su momento», reconoció que desconoce «el discurso que pueda lanzar ahora». «Le respeto muchísimo como persona, he trabajado mucho con él, pero aquellos tiempos (con la amenaza de ETA) han pasado, gracias a Dios. Y hay que luchar para que no vuelvan», apuntó. Cano se mostró crítico con el nuevo escenario «porque si ahora teníamos el problema de que nuestro voto sociológico se iba al PNV, el movimiento que se está haciendo desde la dirección nacional no es, precisamente, para recoger votos perdidos».

Remarcó que se ha elegido «muy mal camino». «Yo no he peleado y mi familia no ha aguantado lo que ha tenido que aguantar para que el PP vasco se convierta en una mera sucursal de Madrid. Con todos los respetos, hay formas y formas. No es lo mismo el PP gallego que el vasco», remachó.

El concejal donostiarra del PP Borja Corominas aseguró que confiaba y sigue confiando «en el proyecto que han encarnado tanto Alfonso Alonso como Borja Sémper». «Una vez que ninguno de los dos está, seguiré defendiendo, desde mi cargo en el Ayuntamiento de San Sebastián, un proyecto liberal, humanista, foralista y no nacionalista como encarnaban ambos», apostilló. A partir de ahí, remarcó que hará campaña por el candidato designado por Génova. «Vamos a echar una mano a Carlos Iturgaiz como no puede ser de otra manera», fijó.

El ya expolítico Borja Sémper definió a Alonso como «uno de los políticos más brillantes de la política española». Confesó que le produce «pena cómo se ha desarrollado todo» y confió en que «el río vuelva a su cauce». Sémper, que dejó la política a mediados de enero y vive actualmente en Madrid, deseó «lo mejor a cualquier constitucionalista» en Euskadi, en referencia a la designación de Iturgaiz. Del político bilbaíno aseguró que tiene «el mejor de los recuerdos» y «la mejor de las opiniones». A su juicio, «no es una cuestión de a quién quieres más y a quién menos, ya que el afecto está repartido».

José Luis Arrúe, que sustituyó a Sémper en la dirección del PP de Gipuzkoa, aseguró que no le gusta en qué ha desembocado la crisis interna «porque al final se prescinde de un persona que es muy válida, un histórico dirigente difícilmente superable». Reconoció, sin embargo, que en un partido «las personas pasan y lo que hay que hacer es trabajar por el proyecto». De Iturgaiz aseguró que tiene un «historial muy bueno y está acostumbrado a lidiar en Euskadi». Sin ocultar su pena por cómo se ha producido el desenlace, Arrúe instó a «cerrar filas con Iturgaiz porque es lo que toca». Describió al recién designado aspirante a lehendakari como un activo del partido, al que «se ha repescado». «Él ha dado un paso adelante y hay que valorar que ha sido generoso. De esa gente hace falta en los partidos», apuntó el dirigente guipuzcoano.