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Quizás algún lector fiel recuerde que hace unos días, en estas páginas, este padre que firma este texto escribió una reflexión en torno a una ... complicada pregunta que le lanzó su hijo Hugo, de nueve años, al día siguiente de que la Real cayera eliminada de la Copa de este año, ante el Betis, en Sevilla. Llorando, sentado en la cama, lleno de tristeza me soltó: '¿Aita, por qué somos de la Real?' Y yo no supe qué responder ante tan complicada interpelación.
Pues bien, Hugo ayer vibró todo el día con su equipo y lloró de felicidad al ver por primera vez en su vida a un capitán de la Real alzar una copa. También saltó de alegría con el penalti que lanzó Oyarzabal y se fundió en un abrazo conmigo al grito de goooooool! Pero no solo somos de la Real por todo esto, que también.
Somos de la Real porque las primeras palabras de Imanol tras el partido fueron para todos los sanitarios y toda la gente que ha sufrido este año por la pandemia. Somos de la Real porque el técnico terminó su rueda de prensa enfundándose la camiseta del equipo y cantando como un aficionado más.
Somos de la Real porque Oyarzabal no dudó en lanzar el penalti después de haber fallado tres seguidos sabedor de que todos sus compañeros confiaban en él para esa labor y así se lo hicieron saber en las jornadas previas a la final.
Somos de la Real porque los jugadores suplentes, sobre todo los que menos juegan, acabaron afónicos de tanto animar desde la grada a sus compañeros y corrieron a abrazarles al final del encuentro. Somos de la Real porque Aritz Elustondo se acordó de su padre con un emotivo mensaje en su camiseta: 'Zuregatik aita, maite zaitut'.
Somos de la Real porque Jokin Aperribay lo primero que hizo tras el pitido final fue darle un fuerte abrazo al presidente del Athletic. Somos de la Real porque todos los jugadores saludaron a los del equipo rojiblanco al finalizar el partido y porque, en las redes sociales, muchos aficionados pusimos como ejemplo el saber estar de Muniain en la derrota, aplaudiendo al campeón.
Por todo esto y mucho más somos de la Real. Y ahora, además, somos otra vez un equipo campeón.
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