El mejor asador de chuletas de Euskadi se decide en Donostia

Jamón basatxerri cortado a cuchillo, anchoas y boquerones del cantábrico, un foie caliente, chuleta de basatxerri a la parrilla, chuleta de viejo a la parrilla y de postre, una creación firmada por la Casa Eceiza y Gorrotxategi. Ese es el menú que podrán degustar aquellos que se acerquen a la tercera edición del Campeonato de Euskal Herria de Parrilleros, que tendrá lugar del 26 al 29 de noviembre en la plaza Trinidad de Donostia.

En el campeonato participarán los oros y platas de las finales celebradas en Gipuzkoa y Bizkaia, a los que se sumarán otros invitados procedentes de Álava, Iparralde y Navarra, «donde no se han podido realizar finales», explicó ayer Xabier Zabaleta, presidente Jakitea. Pero no serán los únicos, ya que el certamen también competirá Juan Manuel Garmendia, el campeón vigente de Euskadi, «para defender la txapela».

La presentación del campeonato se ha realizado este jueves en el ayuntamiento de Donostia, a la que además de Zabaleta, también han asistido Fernando San Martin, Director de Cooperacion de la Diputacion de Guipuzkoa; Imanol Apalategi, presidente de la Fundación Etiopia Utopia; y Eneko Goia, alcalde de la capital, quien ha asegurado que es «una satisfacción acoger este agradable evento».

Sobre los platos del jurado se pondrán un pescado asado, a lo que seguirán una chuleta de viejo «de siempre» y otra chuleta basatxerri e «cerdo de aquí», ha recalcado Zabaleta, explicando que se trata de una de las novedades incorporadas este año. Aunque esos manjares solo podrán ser degustados por el jurado, el domingo se asarán dos cerdos basatxerris de unos 200 kilos en la plaza Trinidad, de los que saldrán 2.000 pintxos que serán vendidos entre los que acudan allí. Todo lo recaudado será destinado íntegramente a la ONG Etiopia Utopia. «Aprovecharemos para que aparte de disfrutar en la mesa sirva también para una causa justa», ha asegurado Zabaleta.

Imanol Apalategi, presidente de Etiopia Utopia, ha hecho hincapié en que con ese dinero servirá para financiar los «diferentes proyectos» que llevan a cabo en Wukro, «una ciudad pobre, muy pobre».