Alrededor de 75.000 personas transitaron por la feria de Santo Tomás

Jon Insausti, concejal de Cultura, señaló que se instalaron 45 puestos de venta de bocadillos de txistorra, 10 puestos de talo y 1 carpa para el Concurso de Txistorra. Además, se consumieron un total de 15.775 talos, 10.560 de txistorra, 2.415 con chocolate, 1.200 con queso y 1.600 con tocineta. El dulce también tuvo protagonismo, con los tradicionales turrones que tuvieron unas muy buenas ventas. Como ya es tradición, uno de los dulces más vendidos fue el Xaxu. Asimismo, los visitantes de la feria se llevaron 500 bombas de nata y 23.040 rosquillas.

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Donostia Festak ha constatado un cambio en la forma de consumir y en los horarios de los asistentes. «Por la mañana el mercado como tal (puestos de dulces, queso, pan…) ha funcionado mejor que por la tarde y, por el contrario, el consumo de pinchos y bocadillos se animó a partir del mediodía», explicó Insausti. Además, recordó que todos los productores asistentes al mercado han asegurado que volverán el próximo año.

El concejal del PNV señaló que «la feria se desarrolló sin ninguna incidencia reseñable. Los puestos se ocuparon en su totalidad desde primera hora de la mañana y las actividades programadas se desarrollaron según lo previsto». También recordó que el buen tiempo influyó en las ventas y que el ambiente en las distintas plazas fue muy diferente.

Mientras las plazas Gipuzkoa, Okendo y Zuloaga contaron con un público familiar desde primera hora de la mañana, las plazas situadas en la Parte Vieja contaron con un público más adulto. «Aquí la gente estaba dispuesto a callejear entre el gran número de personas que se animaba a visitar a 'Roxaito' en la plaza de la Constitución», aclaró Insausti. Por su parte, el Boulevard contó con un público muy diverso debido principalmente a la amplitud de su zona peatonal.