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El Ayuntamiento activó ayer el protocolo invernal para personas sin hogar, que este año dispondrán de 100 plazas adicionales en el albergue La Sirena de Ondarreta cuando se anuncien heladas en la costa. El alcalde, Eneko Goia, recorrió las instalaciones de este recurso junto a la concejala de Servicios Sociales, Mariaje Idoeta, y el director del departamento, Garikoitz Agote, quienes explicaron que como novedad el albergue se cerrará a turistas hasta el próximo 1 de abril, algo que en 2022 no pude hacerse ya que había reservas comprometidas.
En La Sirena, las personas en situación de calle encontrarán cama, comida caliente al entrar y salir y un kit de aseo en horario de 22 a 8.30 horas. Para garantizar el correcto procedimiento de , el primer día de apertura dentro de cada ola de frío se repartirán en el propio albergue tickets entre las 10 y las 13 horas para reservar plaza.
A quienes rechacen acudir al centro y prefieran pernoctar en la calle, el consistorio, en colaboración con DYA, les ofrecerá una esterilla, un saco de dormir, una bebida caliente y ropa térmica, guantes, buff, gorro, calcetines y ropa interior, así como asistencia médica y un seguimiento de su situación, de lo que se encargarán dos educadores. Por lo general, estos casos corresponden con personas en riesgo «máximo» de exclusión, con enfermedades mentales, adicciones graves y salud frágil.
Para velar por el adecuado desarrollo del protocolo, se ha creado una comisión permanente compuesta por el Departamento de Servicios Sociales, Guardia Municipal, Ertzaintza, Protección Civil, la asociación Arrats, SOS Deiak, DYA y Osakidetza.
Con las modificaciones introducidas el pasado año en el reglamento del servicio, los s de La Sirena podrán acudir con sus animales de compañía, para los que se ha preparado una jaula en el sótano del edificio. También se permitirá, en casos «excepcionales» y con «prescripción técnica», la ingesta «controlada» de alcohol para evitar que el síndrome de abstinencia genere más problemas de convivencia que la propia adicción.
En 2022, este servicio de puertas abiertas para noches con riesgo de heladas –según Euskalmet– se activó 10 veces en tres periodos diferentes del mes de enero con un total de 532 pernoctaciones. «Donostia es un referente en la prestación de servicios a personas sin hogar y en riesgo de exclusión, trabajando con ellas de manera integral en el día a día, y ofreciendo también los recursos necesarios en situaciones de emergencia», subrayó Goia.
Además, el Ayuntamiento dispone de 143 plazas estables en otros recursos que funcionan todo el año. La Abegi Etxea de Intxaurrondo cuenta con 40 plazas distribuidas en cinco habitaciones dobles, dos habitaciones individuales para personas con minusvalía y 28 habitaciones individuales. El Gaueko Aterpea del Alto de Zorroaga ofrece 38 plazas (22 permanentes más 16 que se activan en caso de emergencia) y se mantiene abierto todas las noches de 20 a 9 horas.
Hay una treintena de pisos de acogida para personas o familias que requieren una estancia de corta duración (máximo 4 meses, prorrogables), derivada de una situación de emergencia o urgencia social o disponer de un domicilio desde el que recuperarse y superar una situación de violencia doméstica, siempre que no requieran medidas de protección. Por último, el centro de día Hestia de San Bartolomé es un servicio de atención diurna para personas sin hogar como alternativa a la calle en el que se trabajan procesos de cambio para mejorar su calidad de vida y su autonomía personal y social.
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