
Enrique Echeburua
Secciones
Servicios
Destacamos
Enrique Echeburua
Sentimientos de soledad, aislamiento social, inestabilidad emocional, depresión juvenil... Los problemas psicológicos derivados del uso abusivo de las pantallas se están disparando entre los menores ... de edad y la preocupación a nivel social es honda. «La adicción a las pantallas es una epidemia silenciosa. Cala como una lluvia fina», sentencia Enrique Echeburua (San Sebastián, 1951), catedrático emérito de Psicología Clínica en la UPV/EHU y académico de Jakiunde, la academia de las ciencias, las artes y las letras que ha organizado un ciclo de conferencias en San Sebastián sobre este tema que arrancará hoy, a las 19.00 horas, en el Aquarium, con la participación de este experto en la materia. Habrá otras dos charlas el 13 y el 20 de mayo.
- Menores y pantallas. ¿A qué problema nos estamos enfrentando?
- En primer lugar, esto no solo es un problema. Que quede claro que las pantallas también tienen aspectos positivos. No todo es blanco o negro. Dicho lo cual, estamos inmersos en una revolución digital que afecta especialmente a las personas nacidas a partir de 1997, los de la Generación Z y Alfa.
- ¿Tanto han transformado las redes sociales la forma de relacionarnos los unos con los otros?
- Sí, sí. Mire, las redes sociales apenas tienen 15 o 20 años de vida pero ya han provocado un impacto tremendo a nivel social, al punto que yo diría que en cuanto a la difusión del conocimiento es el cambio más importante de la historia, junto a la imprenta y los medios de comunicación tradicionales. Los chicos que ahora tienen 10, 15, 20 o 25 años han nacido en un mundo diferente.
- Los miles de niños y preadolescentes que hoy viven enganchados al teléfono inteligente van a ser los adultos del futuro a corto y medio plazo. ¿Le preocupa esto?
- No lo sé, no tengo una bola de cristal. Insisto en que esta revolución digital es algo reciente y tal vez haya que esperar a ver cómo se integra esta tecnología en la sociedad, pero está claro que lo de las redes sociales ha sido un bombazo que lo ha cambiado todo. A los más jóvenes hay que educarles y enseñarles a utilizar de un modo correcto estas tecnologías.
- En Euskadi, el Departamento de Educación ha declinado prohibir los móviles en los colegios y ha dejado esa decisión en manos de los centros educativos. ¿Le parece bien?
- Personalmente, yo hubiera preferido que se hubiera adoptado una medida desde el propio Departamento vasco de Educación. Soy partidario de que, en lugar de dejar la pelota en el tejado de los demás, que eso es algo que puede provocar discusiones o agravios comparativos entre centros, hubieran tomado ellos la decisión.
- ¿Por qué?
- Porque, al fin y al cabo, a la hora de escolarizar a los niños las familias no tienen la última palabra; la tiene el Gobierno Vasco. ¿Cuál es el problema? Que pueden mandar a un niño a un colegio cuya normativa sobre móviles u otros dispositivos no guste nada a sus padres.
- ¿Cuál cree que es la edad idónea para dar a un menor un teléfono inteligente?
- Es una pregunta cuya respuesta no es, ni mucho menos, sencilla. Al margen de la edad, hay que resaltar que no todos los niños son iguales. Eso es obvio. Con todo, hay que establecer límites y normas, como se hace con el alcohol, los coches, las armas, el derecho a votar, etc. Así que creo que podría ser sobre los 16 años. No digo que antes de esta edad no puedan tener a ninguna tecnología, pero yo no les daría un 'smartphone' con a internet.
- Si las leyes marcan los 16 años como la edad a la que se puede crear un perfil en redes sociales, ¿cómo es posible que haya niños de 11, 12 o 13 años en Instagram o TikTok?
- En efecto, eso es lo que marca la ley, pero... Los controles son muy laxos. Simplemente te preguntan: '¿Cuántos años tienes?'. Y ya. En un casino, por ejemplo, te piden el carnet de identidad.
- ¿Cuál considera que es el gran peligro de las redes sociales?
- Que son una epidemia silenciosa. Está introducida en la sociedad y no tiene efectos, digamos, terribles a corto plazo. ¿Se acuerda de la adicción a la heroína? Esto es como una lluvia fina que va calando y va calando y, al final, termina haciendo daño al bienestar psicológico de los adolescentes.
- Hay muchos expertos que piden regular la infinidad de contenidos que se pueden encontrar en las redes sociales.
- Sí, son inabarcables y eso es un gran riesgo. Entre otras cosas esto atañe al famoso 'scroll' infinito, que se ha llegado a calificar como una especie de cocaína conductual, porque lo que hace es crear al una excitación en el cerebro, donde se libera dopamina, que es un neurotransmisor conectado a los circuitos del placer del ser humano. Para que nos entendamos, es lo que engancha a un cocainómano.
- ¿Por qué se viralizan tanto las publicaciones negativas y no las positivas?
- Porque las redes sociales se podrían ver como un vertedero de insultos y groserías, todas ellas amparadas por el anonimato. Aquí hay una cuestión muy preocupante, y es que es terrible que un adolescente se acostumbre a leer comentarios de odio, desprecio y venganza a diario. Se debería hablar más de esto.
- ¿A qué señales de alarma deberían prestar más atención las familias?
- Son varias. Incapacidad de parar de usar el móvil, un tiempo anormalmente alto de conexión, que use el dispositivo en lugares y momentos inadecuados, chispazos de irritabilidad e inestabilidad emocional cuando se queda sin conexión, bajada notable en el rendimiento escolar...
- Entonces, ¿qué aconseja a los padres?
- Lo primero, ¡que den ejemplo! (Risas) Los niños hay muchas veces que no escuchan, eso es innegable; pero siempre están pendientes de lo que hacemos y de lo que no. Si ven a sus padres todo el rato con el teléfono... Al final, lo más importante es la comunicación entre padres e hijos. La cercanía. Si después de hablar y de hacer otros intentos ven que el problema sigue ahí, deberían buscar ayuda profesional con total naturalidad.
- Además de posibles problemas de salud mental, ¿hay más riesgos detrás de un uso inadecuado de las pantallas?
- Sí, por supuesto. Uno de los más evidentes es el de padecer obesidad. El enganche a la tecnología puede provocar una actitud sedentaria que aleja al de los buenos hábitos como son la práctica deportiva, el ejercicio físico al aire libre, la conexión con la naturaleza...
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.