Los vecinos del Casco Viejo presentan 136 alegaciones en contra de los pisos turísticos

Comienza la lucha de los vecinos del Casco Viejo para evitar que edificios completos de la Almendra se conviertan en apartamentos turísticos. El colectivo Gasteiz Txiki ha presentado 136 alegaciones en el Ayuntamiento que muestran un «total rechazo» a «una actividad turística que no responde a las necesidades de las vecinas y vecinos de este barrio». Critica que esta propuesta municipal «responde más a intereses económicos de inmobiliarias sin escrúpulos que a las necesidades del vecindario» -pide que se rehabiliten con un fin social- y solicita al equipo de gobierno que «rechace definitivamente este proyecto».

El pasado mes de julio el Ayuntamiento comenzó los trámites para esta modificación después de acoger de buen grado la petición realizada por la Asociación de Alojamientos Turísticos de Álava (Arabatur). Hasta ahora, únicamente las primeras plantas de las viviendas podían ser destinadas a un uso turístico. Con esta novedad el Gabinete Urtaran espera «revitalizar» el Casco Medieval y así impulsar la rehabilitación del barrio. El propio alcalde apuntó que esta propuesta puede conllevar a una mejora importante de los edificios deteriorados y descartó que su implementación pudiera derivar en una gentrificación del barrio o una subida del precio del alquiler. Un proceso que ya han vivido otras ciudades y que temen desde Gasteiz Txiki.

La capital alavesa cuenta en la actualidad con 61 alojamientos turísticos, identificados todos con una placa colocada en la fachada del edificio. Los datos del Gobierno vasco, la institución encargada de gestionar estos alojamientos, contemplan que 45 de ellos son viviendas y los 16 restantes corresponden a habitaciones. Precisamente, la mayoría se encuentran en el Casco Viejo.

En febrero se modificó el Plan Especial del Casco Medieval de Vitoria, documento que regula sus usos. Fue entonces cuando Arabatur realizó la petición para poder destinar a un uso turístico bloques completos de la Almendra. En un principio, el colectivo planteaba que cualquier planta del bloque pudiese adaptarse, pero el Ayuntamiento se opuso y matizó que debería ser una conversión integral de todo el bloque para evitar molestar al resto de vecinos.