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La Casa de Cultura de Elgoibar vestirá este viernes sus mejores galas para acoger (a las 18.30 horas) la inauguración de la exposición titulada ' ... Materia y color', que ofrecerá a la ciudadanía la posibilidad de contemplar las creaciones más recientes del que, sin lugar a dudas, ha sido (y es) el pintor elgoibartarra más relevante y reconocido internacionalmente: Lucio Ruiz-Poveda, conocido artísticamente como Luziano.
Aunque se hizo un hueco en el panorama artístico estatal gracias a su destreza pintando retratos, paisajes y pueblos, la muestra que presentará hoy en Elgoibar (Luziano no podrá estar en la presentación pero en su lugar acudirá su hijo Miguel) está protagonizada por obras de la última etapa creativa del artista, en la que «ha abandonado cualquier referencia a la realidad para utilizar sólo la materia, la textura y el color, creando un lenguaje plástico más puro», explica su hijo Miguel.
La exposición 'Materia y color' de Luziano, que el próximo día 20 de junio cumplirá 93 años, permanecerá en la localidad natal del artista hasta el día 27 de abril y se podrá visitar de lunes a sábado (entre las 18.30 y las 20.30 horas).
Nacido en 1931 en el seno de una familia humilde elgoibarresa, Luziano apenas contaba con seis años de edad cuando, en la primavera de 1937, puso rumbo a Francia embarcado junto a sus hermanos en el vapor Habana; el barco que se encargó de evacuar al mayor contingente de niños vascos durante la guerra civil.
Una vez en territorio galo, Luziano fue acogido por una familia parisina muy aficionada al arte que le marcó profundamente. De hecho, a su vuelta en Elgoibar ya mostró su deseo de pintar, y compaginó sus clases de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios con sus primeros retratos.
Recién casado, marchó a Madrid, donde trabajó como grafista; primero pintando cartelones de películas para los cines de la Gran Vía y, posteriormente, retratos en el Madrid nocturno.
En cualquier caso, Luziano no tardó en irse a París, donde se desarrolló como pintor pasando largas temporadas en Montmartre y relacionándose con otros artistas.
Después de varias exposiciones, en 1962 montó su propia Galería de Arte en el Hotel Castellana Hilton de Madrid, en el que, entre otros, se alojaban muchos de los actores americanos que venían a rodar a España. Gracias a ello, Luziano pudo realizar algunos retratos de personajes famosos como Omar Sharif o Stephen Boyd.
Más tarde abriró otra galería en el Hotel Meliá Princesa de Madrid y en 1976 inauguró la que aún mantiene en la calle Claudio Coello de la capital española. Todo ello, sin olvidar que en 1971 abrió otra galería en Zarautz, donde desarrolló una actividad artística muy importante hasta que, por motivos de salud, cerró en 2017.
Sea como fuere, la prolífica obra de Luziano no solo se ha podido ver en las galerías de arte del artista, sino que se ha mostrado a lo largo y ancho de todo el planeta. Su hijo Miguel recuerda que «a través de un marchante norteamericano realizó una exposición en Nueva York y años después repitió experiencia en varias salas de Texas, Oklahoma y México».
Ni que decir tiene, son muchas las exposiciones individuales y colectivas que Luziano ha realizado a lo largo de su dilatada trayectoria. «Hay obras suyas en colecciones de museos e instituciones como son el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Kutxa y otras entidades bancarias, Museo Pandhale Plains (Texas), Ministerios de Cultura y Defensa... También en colecciones privadas de España, Francia, Estados Unidos, India, Japón, Sudáfrica...»
En la actividad artística de Luziano ha sido muy importante la continua búsqueda de paisajes y lugares interesantes. Eso le llevó a viajar por toda España para encontrar pueblos especiales para su pintura, así como por otros países buscando tipos especiales. Así, recorrió Francia, Marruecos, Italia, India, Nepal, Turquía, Irán... en una época en la que el turismo no estaba tan extendido como ahora.
Aquellos viajes fueron determinantes en su pintura, que básicamente es de paisajes y retratos, pero siempre con una intención estética muy matérica y colorista. Eso sí, como una lógica evolución vital y artística, en estos momentos Luziano ha abandonado el referente realista para quedarse únicamente con la materia y el color. Y el fruto de esa última etapa creativa del artista es lo que, precisamente, se podrá ver en la que será la octava exposición de Luziano en su villa natal (la primera la hizo en el Ayuntamiento en 1968 -entonces no había sala de muestras- y el resto en 1981, 1992, 1995, 1999, 2003 y 2012 en la Casa de Cultura).
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