No era el Melsungen, pero ¡qué trabajo dio!

El partido del martes contra el Melsungen había monopolizado la semana y aunque el escenario era el mismo, la atmósfera no tenía nada que ver, con una asistencia por debajo de lo habitual.

A las primeras ventajas visitantes (0-1 y 1-2) contestó el Bidasoa, primero colocándose por delante, 3-2, y después cambiando el 5-5, quinto empate de la tarde, por un 9-5 en tres minutos. En ese parcial de 4-0 Julen Mujika dejó tres goles, dos a la contra, y Tao Gey-Emparan hizo el otra, también en transición rápida. Poco después, en el 11-7, el equipo amarillo ya contaba con cinco goles de contraataque, más otro fallado. Sin embargo, desde ese momento hasta el final del partido solo consiguió tres goles más con esta arma.

El tiempo muerto visitante surtió efecto y el bloque navarro se rehizo con un parcial de 0-3 que le metió de nuevo en el partido, 11-10. En el tramo final del primer tiempo bajó el flujo anotador y al descanso se llegó con un 14-13.

Por si los cinco empates del primer periodo habían sido pocos, en el segundo se registraron igualadas en todos los cartones desde el 14 hasta el 25, con sus correspondientes diferencias mínimas, a favor de los irundarras hasta el 19-18 y en beneficio de los navarros desde el 19-20 hasta el 23-24, con la excepción del 23-22.

El Irudek Bidasoa Irun se conjuró para intentar doblegar a un Anaitasuna que jugó a gran nivel sobre todo en el segundo tiempo. Tras el 23-24, los irundarras no solo recuperaron el mando en el marcador, sino que además por primera vez en el segundo tiempo se fueron dos arriba. Y hasta tres. Marko Jevtic, Rodrigo Salinas de penalty y, casi desde el suelo Gorka Nieto, marcaron un parcial de 3-0 para establecer el 28-25 en el marcados con seis minutos por jugarse.

¿Decidido? No precisamente. Ni en ese momento ni siquiera en el 30-27 a falta de tres minutos. Cuando solo quedaba uno volvió a estrecharse el marcador a un gol, 30-29, y aunque el Bidasoa tuvo un tiempo muerto a falta de 45 segundos, perdió el siguiente ataque y dio una vida extra a su vecino.

A dos segundos del final los árbitros pitaron falta lo que pareció penalti y lanzó Oleg Kisselev con pantalla de sus compañeros pero no alcanzó portería. Hasta Alex Mozas, en un gesto que le honra, reconoció públicamente que debía haber sido siete metros.

Una vez cumplida su parte en la vigesimoséptima jornada, el Irudek Bidasoa Irun estará pendiente este domingo (20.00, Teledeporte) del partido entre Torrelavega y Granollers. Los irundarras empezaron la jornada a un punto de los vallesanos, segundos, y con tres derenta sobre los cántabros, cuartos. Ahora esa posición la tiene el Ademar, con un partido más que el Torrelavega.