Primer 'match ball' del Acunsa GBC

Después de que Obradoiro, Fuenlabrada y Betis consiguieran la semana pasada la undécima victoria, sinónimo de ser ya inalcanzables por las siete que tiene el Gipuzkoa Basket y los cuatro partidos que le quedan, Estudiantes y Bilbao Basket se han quedado como únicos rivales para tratar de esquivar el inevitable descenso. Las cuentas son simples y concisas para este fin de semana: si los colegiales ganan y los guipuzcoanos pierden, el descenso será matemático.

El equipo madrileño, que lleva siete derrotas consecutivas, juega el domingo a las 12.30 horas en casa ante el Obradoiro y, para bien o para mal, el cuadro dirigido por Nicola saltará a la cancha del Nou Congost (a las 17.00) conociendo el resultado de su rival. De todos modos, poco alterará el objetivo del Gipuzkoa Basket el partido del mediodía, porque está obligado a ganar al menos tres de los cuatro encuentros que le quedan para intentar sobrepasar al Estudiantes.

La ACB celebró ayer su Asamblea General de Clubes y decidió retrasar una semana el final de la liga regular por la acumulación de los partidos aplazados. Por lo tanto, después de que el GBC juegue en Manresa este domingo, el calendario de las tres jornadas restantes es el siguiente: derbi contra el Baskonia en Illunbe la próxima semana en un día aún sin determinar, visita del Unicaja el jueves 20 y última jornada en Andorra el 23 domingo.

Con el historial que tiene la Liga Endesa con los ascensos y descensos, también hay que estar atento a quien quede en penúltima posición y qué club de la LEB Oro es el que obtiene el derecho a subir. Cabe recordar que esta temporada, de manera excepcional, solo asciende un equipo. En esa batalla particular GBC y Bilbao Basket están empatados a siete triunfos, con el averaje a favor de los vizcaínos, al que le quedan cinco partidos, uno más que al Gipuzkoa Basket. Los hombres de negro sí que tienen más opciones de salvación, porque dependen de sí mismos y tienen varios averajes ganados.

En dicha reunión de la ACB también se discutió la prohibición de entrada de los aficionados a los pabellones y la ACB expresó su «malestar ante la contradicción permanente que se está viviendo en el mundo del deporte y del espectáculo», apeló al «sentido común» y exigió «proporcionalidad» entre los distintos espectáculos deportivos. «Está afectando directamente a la viabilidad económica de los proyectos de los clubes».