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El Aston Martin de Fernando Alonso, en el trazado de Montecarlo. AFP
Mónaco no hace prisioneros y Alonso lo sabe
GP de Mónaco

Mónaco no hace prisioneros y Alonso lo sabe

El buen rendimiento del asturiano, que marcó el séptimo mejor tiempo de los libres, da esperanzas en la pelea por puntuar sin sufrir mucho

David Sánchez de Castro

Viernes, 23 de mayo 2025, 19:03

Charles Leclerc le dio la primera alegría del fin de semana a sus vecinos y amigos de Mónaco llevándose el mejor tiempo del viernes. El de Ferrari, que ya sabe lo que es ganar aquí —lo logró por fin el año pasado—, demostró que aún tienen mucho que decir en una jornada de apertura de trabajo en la que brilló Fernando Alonso ante la mirada de Adrian Newey. Y eso que no fue un viernes fácil.

No faltaron los incidentes, como no podía ser de otra manera en un circuito como Mónaco en el que los yates están atracados y los transatlánticos llevan nombres de escuderías de Fórmula 1. La enorme envergadura que tienen estos monoplazas supone una seria dificultad para los pilotos, que tienen aún menos margen para el error. Si, además, se unen fallos propios, las banderas rojas eran de obligada aparición.

La primera de este viernes la provocó el ínclito Lance Stroll. Si ya le cuesta no abochornar cuando tiene margen para equivocarse, más todavía en Mónaco, donde además su mala gestión tuvo una víctima: Charles Leclerc. El incidente se produjo en los libres matutinos, al comienzo, cuando el canadiense decidió hacer caso omiso de los retrovisores —marca de la casa— en la entrada a la legendaria curva de Loews y obviar que venía por detrás un impotente Charles Leclerc, que se lo comió. Con el alerón delantero roto, el ídolo local se fue a boxes a cambiar el alerón y ahí quedó la cosa, aunque al de Aston Martin le cayó una sanción de una posición en parrilla para el domingo.

Las otras dos banderas rojas del día cayeron en los segundos libres. Primero fue Isaac Hadjar el que perdió una rueda de su Racing Bulls —antiguo Toro Rosso— y los comisarios, en un exceso de celo, decidieron neutralizar la sesión. No fue el único toque del francés, que luego le dio un fuerte empujón a otro muro y acabó volviendo a boxes con el coche revirado y la dirección rota.

La tercera y a la postre última bandera roja de esta tanda sí fue más relevante. No tanto por las consecuencias, que apenas fue un alerón caído y un morro a remachar, sino por el protagonista. Oscar Piastri, líder de la clasificación general del Mundial, no supo o no pudo rectificar cuando se fue directo contra el muro. Abochornado más que preocupado, el número 1 de McLaren recibió con este golpe un toque de atención: no podrá fallar ni el sábado ni el domingo.

Ojo a los Ferrari

El viernes en Mónaco, que antiguamente estaba consagrado a la Virgen y no tenía acción en pista, dejó a Leclerc primero y Hamilton tercero, lo que invitaría al optimismo en torno a Ferrari si no fuera por el sospechoso mal rendimiento de los Red Bull. De Yuki Tsunoda no se espera mucho, pero sí de Max Verstappen, que tuvo una pequeña salida de pista sin mayores consecuencias. El tetracampeón del mundo no ha tenido demasiada suerte en las últimas citas en el Principado, pero nadie debería descartarle a estas alturas. Máxime cuando está en condiciones de meterle miedo a los de McLaren en un trazado de los llamados 'de manos'.

Precisamente por eso ha dado una cierta esperanza ver a Fernando Alonso en la zona alta. El asturiano llegó a comandar la tabla de tiempos con todo un Aston Martin, y no precisamente en los primeros compases, sino cuando ya estaban todos buscando un buen tiempo para marcar territorio. Las novedades que se estrenaron en Imola y que están de nuevo presentes en Montecarlo parecen seguir funcionando y, pese a la idiosincrasia de este circuito de leyenda, las caras de satisfacción de todos son notables.

Uno de ellos es el invitado más ilustre del fin de semana: Adrian Newey. Con una enorme carpeta —debe tener mucho que apuntar— y un flamante boli nuevo, el viejo Da Vinci está tomando notas de lo que puede aprovechar de este AMR25 de cara al gran proyecto en el que está trabajando, que es el coche del año que viene. Aunque Alonso acabó cayendo hasta el 7º puesto del día, algo más normal, la sensación de que solo necesita un golpe de pequeña fortuna este sábado para hacer algo grande en la carrera. Que nadie espere una victoria, pero sumar por fin sus primeros puntos es más que factible.

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